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domingo, 28 de julio de 2019


Hay desplazamientos
que no tienen retorno,
pero también hay
inevitables rotundos regresos
la casa es el lugar donde amanece
aunque en la noche,
la resistente nostalgia
nos tiente a correr
los mapas en reversa
lo real es la raíz,
la diferencia es la raíz,
la distancia es la raíz,
lo nuestro, es decir
lo tuyo y lo mío, es la raíz
la raíz, que es,
ni más ni menos,
la voluntad alcanzándose;
no se mueren los pies
que cambian de suelo,
se muere la raíz
que no camina,
que no se estira,
que queda atrapada
-con todo y su mirada-
en las ruinas de una casa
cuyo sol siempre sale
por detrás de sus ojos.

IRMA PÉREZ

David Garrett - Nocturne - Chopin




Subirle el volumen a la vida,
¡todo el volumen al vivirla!
verla como los pintores,
sentirla como los poetas,
saborearla como los niños,
olfatearla como los perros,
escucharla como los músicos
¡participar del concierto!
sentirse "tocado" tantas veces
como la cuerda de un violinista
a punto de romperse
¡a punto!

IRMA PÉREZ

En Dansant Sur la Terrasse




No me detenga el viento
ni el pié descalzo
ni mi propia estima

¡no me caeré!

aunque yo sea el pájaro
que más
se parece al hombre.

IRMA PEREZ
No te deseo cosas sin fortuna,
tampoco
ningún tipo de hambre,
de desasosiego
pero, eso sí,
sólo una cosa quiero:
que te hagan la pregunta
y tú,
hables de mí con nostalgia.

IRMA PÉREZ

VECINA DEL CONDOR


Lejos de mí la fatalidad,
cerca, en cambio,
del destino asumido,
de lo que soy, de lo que he sido:
un ser sazonado y "maduro"
que se ha lanzado a la tierra
con sus propios pies de árbol,
un ser ya florecido,
abierto, revelado;
en apogeo la mística y la lírica,
testigo y escribana
de lo trascendental y lo mundano,
en la máxima altitud mi elevamiento
¡vecina del cóndor!
soy la nostalgia de un vientre
otrora ocupado y productivo,
aposento de vida y de más vida
soy la certeza de una especie
dueña de sus propias espinas
y de la prosperidad de su floresta
soy flor y fruto, sin arrepentimientos,
paisaje temporal,
breve suspiro,
gota al sol de la tiranía del tiempo.

IRMA PÈREZ
De dónde voy a sacar un poema
que te hable de mi amor
sin romperme el pecho
quién pudiera escribir 
sobre lo eterno, si antes,
no te ve más allá de mis ojos,
en el después de la vida
no, en ningún lugar,
nadie
te entregará -latiendo- ese poema
y sin embargo,
aquí te dejo, amor mío,
un corazón abierto con mi nombre.

IRMA PÉREZ
El mundo y sus munditos,
esos pequeños círculos
en donde siempre reina
un rey sin reina,
y una reina sin rey
munditos como puntos negros
de un cielo nocturno,
que riñen por el brillo y el
protagonismo,
tras máscaras que se amoldan
según la mentira
o la vanidad más viral;
el mundo fue lo que cayó
de las manos de ese Newton
que quiso saber, qué quedaría útil
luego de aquel vertical suelazo
pero, por más mejorado
el génesis, o que las manzanas
dieran su dulzura y su belleza,
el mundo siempre ha
descuartizado sus bendiciones
caída y pecado
son los reconocidos gusanos,
culpables de la desintegración
del mundo
creencia justificada
y precedida ahora,
por esos munditos en cabeza
de una sola mujer,
o de un sólo hombre que,
como reyes ególatras
con tendencia al engaño,
van disparados
hacia un agujero negro
y en sentido contrario
a nuestro único y absoluto
lugar de origen.

IRMA PÉREZ
Soñé que me despertaba en una pintura hiperrealista pero en blanco y negro. Aterrada por el bicolor, la inmovilidad y el frío, se me escurrieron dos lágrimas que mancharon y desdibujaron el lienzo. El autor se enojó tanto que patió su obra y la dejó tirada en el suelo por varios días. Cuando nos volvimos a ver, me levantó en sus brazos, me limpió, cuidó prolijamente de los detalles, y en horas sin descanso, reparó el daño hasta darme vida.
La última vez que le vi, le miraba yo desde una pared blanca y desolada. Él, ya no me miraba. Me había vendido.

IRMA PÉREZ


Puedo
escribir
los versos
más tristes
esta noche...
pero no,
estoy muy triste.

IRMA PÉREZ

SUPOSICIONES


Cuántas vidas se han roto
por cuenta de las suposiciones…
supongo que está bien,
supongo que no quiere,
supongo que se fue,
supongo que así es,
supongo que lo leerá,
supongo que no le gustó,
supongo que ya comió,
supongo que es feliz,
supongo que sí,
supongo que no,
y así,
apoltronado en cómodas conjeturas
un juez imaginario, con voz imaginaria,
desde su imaginario sin constatar y sin conciencia,
condena a la realidad y a todas sus posibilidades
a no ser certeza de una sola pieza,
a ser el quiebre
desde donde comienzan
todas las distancias.

IRMA PÈREZ

ESTAR


No es lo mismo,
no estar, estando,
que estar estando, sin estar,
pues, tantos, sin estar,
estamos extrañando sentir eso,
cuando se está, estando
con todo, hay que estar
en dónde se esté,
no sea que llegue un día
en que, estando,
no venga a estar nadie,
o tú, ya no estés.

IRMA PÈREZ

EN ESTOS MUROS


En estos muros,
se escribe el legado
que será la vergüenza
de los que hicimos del tiempo
cuna de obsesiones,
cultivo de vanidades
y túnel de desahogos sin clasificar
en estos muros,
se quedará el rastro
de una raza devorada y extinta
por sí misma;
qué costaba
hacer del boceto inicial
-en estos muros-
una obra de arte con final feliz
nos conviene
que se vengan abajo
-estos muros-
antes de que el futuro llegue
y se empiece a hablar de
esta historia,
como el gran hallazgo,
que no es.

IRMA PÈREZ
Uno,
uno sólo de tus dedos
sobre mi piel...
¡toda la orquesta!

IRMA PÉREZ

SENTIDO CONTRARIO
Ella, mi poesía,
camina en sentido contrario de la multitud,
no sé por qué lo hace,
si ni siquiera sabe para dónde va
un día salió con un pedacito de lápiz
a escribirse en las paredes de los
espacios abiertos y de los
campos rurales inconquistados...,
desapercibidos
así, rebelde y terca,
se abrió camino
alejándose las millas que ya no
se pueden contar;
cuánta reverencia
a los iguales que ya se han ido,
porta liras de un cielo misterioso
a donde iré a parar un día
con mis letras ofuscadas o
del último agite
culpa mía
que voy en contra vía,
que hago poemas despeinados y
alejados de la moda y de los modos
sin embargo, después de todo,
no va ella sola,
y aunque nunca atropelló a nadie,
acelera como niño en video juego
sobre la autopista de una vía al norte,
a cuyo sur,
van por montones, los otros.

IRMA PÉREZ

ESTOY CAMBIANDO

Estoy cambiando,
cambiando como todo cambia;
no percibo la muda de piel,
ni la gracia con que crece mi pelo

ayer tuve en la boca un sabor
blanco y dulcemente redondo
y hoy, cuando revisé el recuerdo,
encontré desencajada la geometría del placer

estoy cambiando sin notarlo,
sin avisarme que he dejado atrás
mucho más que algunas direcciones
que solían ser mi casa o mi credo

me leo en el dibujo que han hecho de mí
y quisiera disculparme
por no parecerme a ello,
por haber cambiado,
por estar cambiando,
por suspirar, ahora, de otro color
pero,
tampoco el mar es el mismo
aunque llegue siempre a la misma orilla,
ningún tronco crece sin arruga,
ni hay vasija que permanezca
vacía en su fondo, si no está rota

estoy cambiando
frente al canto de tus ojos
y al ritmo del timbal de una corriente de agua

lo imperceptible
es cuestión de tiempo:
hay montañas
que ya no están en el mismo lugar.

IRMA P.

En realidad es tenebroso lo aparente. Sospechar que toda interpretación es falsa, que muy posiblemente todo es una gran mentira, que ilusionarse es una ingenuidad de alto costo... Eso es algo así como una baranda mal puesta o una mina -no de oro y no argentina, de las otras- en algún lugar del jardín de tu casa.
Si, tras lo aparente hay cualquier cosa, un famélico tigre, en todo caso. No se puede confiar si por naturaleza no ladra o maulla, si no perfuma o alimenta, o si no es astro o tierra; porque por lo demás, es definitivo, de la humanidad urgen los ojos y de ellos, el forro.
IRMA PÉREZ

GENTE

Gente,
palabra relativa,
laberintica, densa,
larga y cuadrada como
habitáculo de muros infinitos
y silencios de rebote;
gente,
mortales sin astro en el pecho
y venas pálidas,
con la generosidad enroscada y
una aguda joroba en la humildad;
gente,
masa gruesa,
inerte, sosa,
vasto valle de inviernos
recogidos y amarrados con
el zumbido más triste del asombro
gente,
del desamor venidos,
de las heridas de los
hervores de los ausentes abrazos,
sirvientes y servidos por
culpas heredadas
de padres-gente.

IRMA PÉREZ

Hace unos días, el comentario entró por el conducto de mis oídos pero, trastabilló justo al llegar a la razón que, en ese momento, se ocupaba de otra cosa, obligándome a archivarlo en la carpeta existencial de los "Asuntos pendientes".
Hoy, leyendo desprevenidamente, la imagen de dos poetas intercambiando halagos, me hizo caer directo a aquel archivado comentario: "Los poetas escriben Para otros poetas"...
¿Sí alcanzas a percibir el crujido de un tronco en su instante de quiebre? Si, un sonido temible e insoportable, demoledor y enervante, como el de unos dientes bruxando a media noche o una tiza seca recorriendo la superficie de un tablero cristalizado.
No sé. Qué sentido tiene el agua si no hay sed; tan obvia la función de una en la razon de ser de la otra, ¿eh?
Tú, ¿qué profesión tienes? Acaso eres abogado, profesor, artista, cajero, chef, ortodoncista, fotógrafo, piloto, florista, peluquero, constructor, recepcionista, actor, etc, etc, etc., y lo que haces ¿lo haces Para tus colegas? o tú que tienes tu habilidad, tu don, tu vocación ¿la realizas para tus iguales? Me parece que hay respuestas que podrían ser, en su mayoría, hipócritas argumentos que esconden las verdaderas motivaciones de quien "hace porque lo están viendo" o bien para competir porque quiere ganar apláusos o por puro lucro. Y es que una cosa es "querer ser el mejor" y otra muy distinta "ser mejor", y para lo último, no hay nada más indicado para asignarnos un lugar de eficiencia y un máximo nivel de satisfacción, que la reiterada crediblidad y el constante voto a favor de quien ha recibido el beneficio de lo que hicimos.
Sí, uno a veces escribe para recibir críticas, para conseguir retos, para obtener recursos y renombre, para no volverse loco -jeje- para aprender y seguir aprendiendo. Otras veces, uno se desconcentra y se desvía, se enrrolla en eventos aburridísimos como vitrinas de lujo y perfectos maniquíes que salen muy bien en las fotos; uno se olvida en ocasiones, que un oficio va para quienes lo necesitan, porque para eso la diversidad, porque por eso ¡es maravilloso que exista gente pa'todo!
Sí, como el agua, que existe por aquello de la sed.
La gratitud por el elogio, nunca debe estar por encima de la gratitud por el fruto.

IRMA PÉREZ

https://www.facebook.com/irma.perezlapillis/videos/10158568777665558/

UNA MUJER, Y OTRA


De un puñado de estrellas
no se saca un arito de oro
no es como se cree,
no es como se quiere,
no es, como nada
demasiadas lágrimas han rodado
cuesta abajo
desde la cuna hasta el acunar
una mujer, y otra,
se acurrucan sobre piedras
más blandas que lo vivido
no hay cuento azul,
ni final rosa,
el silencio es un habitante
en la oscuridad de la garganta
todo lo que brillaba del universo,
se fue apagando como
velas amanecidas a los pies
de los santos
la soledad y la tristeza enriquecieron,
mientras que la alegría
nunca pudo burlar a la pobreza
por eso,
de un puñado de estrellas
no se saca un arito de oro
no es como se cree,
no es como se quiere,
no es, como nada
el cielo no es uno sólo,
como una sola, no es la mujer
para ella
el cielo puede ser
un techo cuadriculado,
un bombillo en intermitente agonía,
una tarde entre sabores,
un segundo
unos ojos de miel...,
dorados,
redondos,
dulces,
lustrosos,
vitales
como un aro estelar
alrededor del pulso.

IRMA PÉREZ

IRMA, EL HURACÁN

Todavía hay ciertos "vientos" que nos lo recuerdan...
En su momento (hace dos años ya), esta catástrofe mundial nos atravesó la exitencia y yo, en este poema mío, lo evidencio así:

IRMA, EL HURACÁN
Soy, la tempestad del mundo,
desde mis adentros
emito el aullido desgarrado y furibundo que
he heredado de las incontables heridas
que supuran y sangran en la piel de la tierra
soy la lengua seca del mar,
la garganta del nido vacío de los peces,
la ira contenida de miles de toros recordando
su última “fiesta”
soy la voz, y todas las voces del animal desaparecido,
la memoria de los árboles del desierto,
las manchas ocres y encarnadas del planeta azul,
la erosión de las almas sin oportunidad de brillo ni parto
soy la bola de plástico en las tripas de la vida marina,
la indignación de los termómetros,
la desafiante carga eléctrica del rayo, y toda
la suciedad del humo: de todo el humo
soy el llanto del verano,
el ardor del invierno,
las cenizas del otoño,
el fin de la primavera,
todo el dolor del funeral de las estaciones
soy la sangre negra y turbia de las aguas,
la frustración del celeste, del majestuoso cielo,
y mis cuerdas vocales chirrean en agudo
reclamando la existencia y la soberanía del sol
soy la voz chillona y destemplada
para el sordo que se escucha sólo a sí mismo,
ese pusilánime que sólo expulsa de su boca
la fetidez de sus propios gases
soy la calamidad resultante
por el desprecio a cohabitar,
por coartar la convivencia,
por masacrar la vida y el respeto
y,
el respeto por la vida
soy la cara más excitada de la frustración,
el cultivo promovido y próspero de la vergüenza,
la deformidad de la atmosfera con su disfraz de bruma,
el hervor final de un espacio manipulado entre límites
soy el lamento, el eterno y desahuciado lamento
de todas las masacres sin purgatorio,
de lo que ya no es posible reintegrar,
de lo extinguido, de lo extinto
por lo demás,
tengo nombre, rostro y características de humano,
pero yo soy la etérea evidencia del quiebre del tiempo,
la profunda huella filtrada por debajo de las piedras
un huracán perturbado que,
sublevado por abuso y obligación,
ha sido lo que es,
y en cuya naturaleza no está la gota
del bien ni del mal,
como sí,
en el hombre que mal elige,
al que le dejo la tristeza de los dioses,
y del que hoy, finalmente, me libero.

IRMA PÉREZ
Creo que la tendencia es a rebotar en cuatro esquinas. Se hace un cuadrado cuando la mente no deja de pensar las mismas cosas. La idea recurrente, se convierte en ladrillo y el ladrillo en muro. Entonces, como una réplica de nuestro pensamiento, terminamos metidos en una figura geométrica de cuatro paredes.
I.P.

La vida y su constante respiración:
cada aliento una pena
o una alegría,
o nada
los días y las noches
se suceden,
una y otra vez
en medio,
la humanidad se rinde o aguanta,
con su poca fe en todo.

IRMA PÉREZ

EL ORGULLO ES UN PALO


El orgullo es un palo,
un palo metido en la rueda de la vida,
un palo metido en el camino que
detiene y cobra peaje,
un palo metido entre los dientes
como mina quiebrapatas,
en donde toda relación cae
mutilando sus piernas
el orgullo es un palo sin bandera,
sin hojas, sin oficio,
nunca es palanca para levantar
la roca que separa,
tampoco es remo
bogando
a la otra orilla que espera
¡aaaah, el orgullo!
el orgullo es un palo,
es el palo más robusto del bosque
de los árboles sin frutos,
la tranca inclemente a la puerta
del corazón más frágil
que se muere por una sola
oportunidad, una,
para soltar la rueda,
para pasar el camino,
para aflojar la sonrisa y patear
las nubes, o bailar con ellas
entender por fin,
que los palos, si estorban,
son para hacerlos polvo,
a ellos, y a sus astillas.

IRMA PÉREZ

¡Ja! .. qué nota!


Un poema esperando
un lenguaje perfecto
unas bocas hablando
una palabra en los dedos
un romance de palmas
una oración elevada
un acento en el puño
una idea tocando
unas ganas amando
un llanto callado
una caricia
un canto
un cuento
un relato
un juego
un calor
un beso
un pañuelo...
...¡mis manos!

IRMA PÉREZ 
A la hora que toca,
no duerme el norte
ni duerme el sur
de este a oeste 
las aguas, todas las aguas,
se mueven y sudan sus sales
como en estados febriles que
agitan y agotan
sobre la montaña más alta
y sobre el nivel del mar,
la luna, la llena luna,
llueve su encanto
como catarata de besos
así,
como los enamorados
cuando se beben,
y alicorados se aman.

IRMA PÉREZ

Hay pensamientos
que no tienen palabras,
¡créanme!
las he buscado como aguda brújula
subida en los hombros
de un satélite empinado
creí que estarían por arriba,
así que me lancé en paracaídas
desde el tejado del cielo,
¿yo? ¡yo!
yo, que esquivo
hasta al indefenso andén;
tambiėn pensé que estarían por abajo,
levanté algunos troncos y algunas rocas
arrancándoles con todo y su antiguedad,
por si acaso se tratara de esas trampas
en donde a veces suelen caer los inocentes
pero nada
entonces, empecé a dudar del caos,
y las busqué en el orden de las cosas,
fue allí
en donde encontré al pensamiento
con su visible joroba
y su mirada inamovible
sin principio ni final
las consonantes deambulaban
dementes y ciegas,
y las vocales gesticulaban
súplicas, angustia, negación,
disimulados gestos en afonía,
en agonía
entonces,
entendí porqué hay pensamientos
que no tienen palabras,
que no logran decir nada,
que entierran al vocero y al poeta,
que son apenas garabatos
atrapados tras el espejismo
de una amilanada puerta que le teme
a sí misma
y a su llave mas honesta.

IRMA PÉREZ
Los rostros del mundo,
caras únicas con cuerpos uniformados,
necesidades amontonadas
alrededor de mesas sin diálogo
desnutridas de sentidos y de tacto
el contacto visual
asiste a diario a su funeral
el mundo
es una masa de soledades.

IRMA PÉREZ

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.

¡BUENOS DIAS, MUNDO!

Amanece tras mi ventana un pequeño paisaje de hielo pasado por agua pienso en la gente que a esta hora corre escapando del tiempo, apretujad...