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lunes, 17 de febrero de 2025
sábado, 8 de febrero de 2025
A propósito del amor no correspondido, este es un poema para todos, pero en especial para aquellos que lo han vivido o que están en ello.
Dice 🖋️...
DEL AMOR QUE SE LLEVA A SOLAS
A veces, uno se enamora,
sólo uno,
entonces uno se queda con
una sonrisa estúpida en el rostro,
con una mueca que se acentúa
cada vez que uno recuerda y disimula
mientras se aguanta la histeria
de un músculo que quiere torcerse
y todos los motivos para llorar
uno sabe,
la vaina es incontenible;
el desconsuelo del amor solitario deforma
y no se conforma con el declive y desahucio
de una ilusión tan divina
se llora porque se llora,
porque nada duele más
que despedirse de todo,
del otro y de todo su todo;
porque se teme por el amor que se siente
que no encontró orilla para sus olas
ni halló oído para su coral
uno se enamora, sólo uno,
y luego la garganta se va llenando del
tremor nervioso de la queja,
de los ruidos destemplados del
corazón roto por
el interminable desfile de palabras
que se quedaron sin decir, sin escuchar,
huérfanas del beso y lo besado
uno no piensa pero, es mejor
dejarle al silencio
que se encargue de palearle
las rabietas al dolor,
de estrangularlo antes del
disimulo del grito porque,
aunque uno sabe que
ninguna emoción se completa
sin hacer sonar el cuerpo,
en cuanto al amor que se lleva a solas,
no hace falta tener lágrimas en los ojos
para saber
que se está llorando.
IRMA P.
miércoles, 29 de enero de 2025
domingo, 26 de enero de 2025
"Son innegables sus características majestuosas y monumentales", se me ocurre pensar... Y entonces, va llegando la inspiración mientras voy reconociendo los detalles que hacen auténtico y entrañable el contenido y el recuerdo del instante de esta foto.
Así pues, pienso en él, en el amor. El amor que requiere lugar y espacio en cada tiempo; que cada vez que se manifiesta en algo tangible (que lo hace y en miles de formas), requiere de un asiento gigantesco, infinito si acaso, para caber del todo; una silla estable y sólida, tramada en su interior con las venas obstinadas y orgullosas del roble, y diseñada con espléndida métrica suficiente para ajustar la inconmensurable extensión de su esencia sin bordes; una silla acogedora y cómoda en donde sentar indefinida pero confiadamente a la incertidumbre, a la espera, a la rutina y al cansancio; que recoja en sus brazos la oceánica lágrima en compañia. Una silla que aguante lo temperamental de las emociones, el efusivo asalto de las alegrías y el avasallamiento del impacto de las tristezas; que cuando se mueva la tierra -porque se moverá- resista de pie e ilesa, gracias al robusto aguante de sus cuatro patas sin miedo, paradas ellas sobre la flexibilidad de la danza de su elegido suelo; y luego que, de cara a la vida y al retorno de la calma -porque volverá la calma y porque la vida va de giro en giro-, pueda el amor levantarse de allí, una y otra vez y otra, pronunciándose manifiesto, probado, fortalecido y verdadero en la continua y elevada floración de todas sus maestrías.
Sí, el gran maestro es el amor, magno sobre extraordinarios; sus recompensas lo avalan.
Y sí, el amor, majestuoso y monumental, no cabe en una silla cualquiera.
IRMA
viernes, 24 de enero de 2025
O EN DÍAS COMO ESTE
Noches como esta en que la lectura quema los ojos. Arden los espacios que rabiosos avivan el fuego de las diferencias y levantan odios y distanciamientos al calor de los ánimos. Al final, la casa de todos se incendia y, profundamente dividida como está, parece que nadie escapa del incontrolable desfogue de ese nefasto apasionamiento, tan inútil para cualquier propósito o causa.
Noches como esta en que no se sabe qué agua alcanzará a sofocar la combustión alzada de una multitud enardecida que riñe con otra por la invalidez de sus convicciones y el menosprecio a sus elecciones.
La casa de todos arde y, esta noche, hasta el cuerpo de bomberos le pertenece al fuego.
I.P.
miércoles, 4 de diciembre de 2024
DE LO EXTRAÑO DE ESTE TIEMPO
de nuestra voluntad y destino
tan a la deriva
lunes, 2 de diciembre de 2024
UNA SOLA PIEZA
Mientras lo intentaba por enésima vez,
la realidad me gritó lo que yo no quería ver:
Lo que se rompe, nunca más vuelve a ser una sola pieza
pero es que,
le quedaban bien a mi naríz, a mi informalidad,
eran mi toque de elegancia, de coquetería
sus formas no me ocultaban,
sus filtros me protegían,
las llevaba conmigo como mi pelo suelto
hasta que un día -inexplicablemente-
se cayeron de mis manos
y una pequeña fisura separó su estructura
las limpié cuidadosamente,
les puse una discreta cinta,
las pegué con la súper gota de la súper goma,
le hice fuerza,
le di tiempo
me las puse optimista, cayeron,
insistí y las acepté rotas, cayeron,
me las puse otra vez, cayeron,
renuncié,
las guardé
hoy, después de unos meses, las
encuentro en los “por si acaso” de un cajón,
volví a creer que podría usarlas
y una vez más probé con fuego,
pero el punto de unión se derritió,
un fluido pegajoso quedó adherido
deformando definitivamente su línea original
entonces fue cuando se me ocurrió limarlas para
recuperar su ajuste y su brillo
pero cuando lo hacía, lo ví:
toda superficie puede limarse y se suaviza
pero limar también es mermar cuando
de aspereza y astillas se trata,
y esa consecuencia podrá sanar las puntas
pero no alcanzará para juntarlas de nuevo
por distancia,
por absoluta distancia.
IRMA P. 2015
sábado, 30 de noviembre de 2024
APRENDIZAJE
apenas comienzo a entender algunas cosas
pero no lo que dicen,
no siempre me ven y
y yo quiero saber tantas cosas,
y tocarlas,
aprender de qué estoy hecho,
entender para qué sirve
quedarme callado
no tocar las cosas,
no pintar la pared,
no comer mis dulces,
no decir lo que pienso,
no salir a la puerta,
no invitar al vecino,
no probar la tierra ni probar la torta,
no andar desnudo,
no dormir con mi perro y
entender para qué sirve no jugar...
he llegado hace pocos años a la vida,
apenas comienzo a aprender algunas cosas,
como por ejemplo,
llegan a ser felices en la vida.
IRMA PEREZ, La Pillis- 2012
jueves, 21 de noviembre de 2024
SENTIPENSANDO
En estos tiempos, el terrorismo mediático es el arma más eficiente de la violencia. Responsables somos todos del caos que hemos levantado con la ligereza y sedicia del uso de palabras e imágenes. Ahora el colectivo -esponja receptora de viscerales y encontradas posiciones- se debate en medio del ruido de las ideas en sus cabezas y el miedo que empuja con fuerza las puertas de las casas. Mientras, la violencia sonrie y se va ajustando su corona.
I.P.
En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.