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sábado, 9 de agosto de 2025

ÚLTIMA RESPUESTA

 

Antes, 

"encontrar" era un verbo victorioso, 

un logro inmenso de la satisfacción 

de buscar, de saber, 

de ver y entender,

un triunfo maratónico sobre el tiempo

como ansiosos dedos 

recorriendo las páginas 

de un directorio telefónico de papel


ahora, 

no hay victoria sobre lo que 

ya está disponible, superado, 

hecho y dado,

sobre lo que no alcanza 

a dar una vuelta en el reloj,

como ir a la Patagonia y a Pekín

entre sorbos de una sola taza de café


aterra imaginar lo que será mañana

cuando nada sorprenda y todo aburra,

cuando no quede laberinto 

ni acertijo por resolver,

cuando se agote la novedad 

y todo quede en "reinicio",

cuando al final de 

todas las respuestas,

la última venga a decir

-con victoriosa ironía- 

que no obstante todo lo anterior, 

"nunca te pude encontrar".


IRMA P.


La gente está sola,
pobre la gente entre la gente

individuos,
números,
eslabones,
rótulos,
sombras,
perfiles,
todo es igual

la gente está sola,
la facha oculta pero 

la gente es, la verdad que es,
la única, 
la que anda sola

pobre la gente entre la gente...

yo soy la gente,
y tú.

IRMA P. 


jueves, 7 de agosto de 2025

S E N T I P E N S A N D O

Las cuatro patas de la mesa: Amor, Politica, Religión, Sexo, (mira que lo pongo en orden alfabético para que no haya lío). Apuesta por la firmeza y resistencia de una de esas patas, si tú y yo, nos paramos encima de esa mesa a bailar nuestras diferencias. 

¿Qué pensaste? 

Quizá no se deba apostar por ninguna. Ninguna funciona sola, y al final lo que importa es la mesa ¿no?, La mesa, su sentido y su estabilidad. 

I.P.

 La mayor torpeza y traición contra uno/a mismo/a es: fingir lo que no se siente, lo que no se piensa y lo que no se es. 

I.P.

lunes, 4 de agosto de 2025

S E N T I P E N S A N D O

 Es muy raro poder juntar un par de ideas y encapsularlas en un pensamiento que luego nos salve de alguna cosa, de los síntomas de alguna patología de tipo existencial, por ejemplo. Con tanta información que nos corre ojo adentro, con la prisa que acosa y con el tiempo que no define, la mente pone a prueba sus circuitos cognitivos, su capacidad de observar, de imaginar, la elasticidad de la memoria, la celeridad de su lucidez. Mientras, el corazón..., ¿qué ve, qué lee? En esas, no hay conciencia de que el ojo es hábil y absorbe todo lo que abarca su campo visual y de golpe y sin discriminar y sin pausa; como una esponja al final del océano, pesada, saturada, sumergida hasta el fondo en aguas blancas y aguas turbias, revolucionando todo su contenido, aumentando su volúmen, cargándose de imágenes mordidas y de abortadas ideas, haciendo que al final no se pueda juntar un par de ideas, juntar alguna cosa, una idea bálsamo, una idea oasis, una idea luz, y salvarnos del aturdimiento y la perturbación que nos impiden ver lo extraordinario y maravilloso de los detalles y el placer insuperable durante la degustación de ciertas cosas; esas cosas, las fundamentales.

Detenerse pues; permitirse la quietud y hallar el placer, y el placer de la quietud. He ahí la cápsula. 

I.P.




domingo, 3 de agosto de 2025

No hay manera de ser impermeable,
no logro aguantar la tromba de agua:
cuando me cae un aguacero encima,
también yo 
me voy por los sifones

es verano.

IRMA P.  
2016

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.