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jueves, 19 de junio de 2025

UN AMOR TAN BONITO

 Hay muchas formas de contar la historia de la vida de uno, y en ese sentido cada quien elegiría su manera de hacerlo, pero siempre evocando aquello que ha sido constante vibración para su espíritu y ritmo necesario para el ánimo de su pulso. Yo no he de contar la historia de mi vida aquí ni ahora, pero mientras estaba editando el video que a continuación comparto, una avalancha de pensamientos, recuerdos y emociones despertaron mi conciencia para darme cuenta de lo mucho que éste puede hablar de mí.  Las películas que he seleccionado, todas románticas, no son sólo drama y tragedia como se suele suponer, también son cintas de  imágenes felices, provocadoras de erotismo, enamoramiento e inspiración que reposan a gusto en mi memoria; ellas, su producción, sus mensajes y sus actores. 

Por fortuna, a mí me tocó un tiempo en que ir al cine era el plan más delicioso y completo; una aventura emocionante y muchas veces imperdible. Los actores eran nuestros referentes para saber cómo peinarnos, cómo movernos y qué vestir; los personajes eran como espejos íntimos mostrándonos nuestras múltiples caras y reacciones frente a múltiples situaciones de la vida, y los libretos eran como potentes almas creadoras de visiones y emociones que nos acompañaban por días. Ir al cine era la gran oportunidad para experimentar intensamente otras historias, otras vidas y otros mundos; el arte escénico en Pantalla Grande, lo máximo. Ir al cine era..., digo, y ese 'era' suena como que ya no. Ya no vamos al cine como antes. Cada vez es menos frecuente la mención y la invitación, lo que lamentablemente prevee un futuro de extinción para el séptimo arte con todo y su brillo, con todo y sus bellos y sus famosos, con todo y su creatividad, con todo y su impacto cultural, social; con toda su maravillosa experiencia multisensorial y, con todo y sus inolvidables bandas sonoras al fondo de tantas historias de amor que hemos vivido. 

Así pues, con infinita nostalgia y porqué no decirlo, con gratitud y reverencia por toda la maravilla audiovisual que se echa de menos, por los talentos que ya se fueron y nos hicieron sentir tantas cosas, por las grandes producciones y por que no desaparezcan, he reunido con cierta solemnidad en este breve video lo que para mí han sido las obras cinematográficas más trascendentes, inolvidables y hermosas en su género que en su momento tocaron grata, dulcemente y con hondura mi corazón. 

Todas maravillosas. Todas entrañables. Todas "tan propias".

¡Que viva el Amor! ¡Que viva el cine! 

¡Muéranse de amor! 




lunes, 9 de junio de 2025


allá
afuera
con las luces de la noche

yo
aquí 
adentro
en la penumbra,
en la penumbra de mi noche.

IRMA P. 

miércoles, 4 de junio de 2025

Disimula la memoria cuando 
pierde los recuerdos,
tan fácil se van depositando 
los acontecimientos, uno sobre otro, 
sobre la piel del tiempo, 
y debajo van quedando 
el ayer de ayer, y de mañana

apenas trozos de recuerdos recuerdan, 
el pequeño, el repetido,
el olvido más deseado;
igual, el detalle de la vida,
los primeros pasos,
la sonrisa del abuelo,
el sabor de aquellos labios

disimula la memoria,
nunca se sabe cuánto, 
hasta que llega tu recuerdo
como reciente caricia,
como tibieza en la cama,
como estrenando nostalgia,
como herida en el alma,
como ahora,
como nunca.


IRMA P. 
2013

martes, 3 de junio de 2025

GRATITUD

 
Estoy metida dentro de un fresco sol 
con los pies y los ojos descalzos,
y uno de sus finos rayos 
en mi mano derecha
apunta palabras de fuego

mientras meso mi cuerpo suavemente,
meso también mis sentimientos 
para que aparezcan en un ir y venir 
escritos en este papel de viento,
viento que sabe viajar las emociones
y sabe llevarlas a quien quiero 

a tí, que me entregas 
tu "te quiero",
tu minuto,
tu motivo,
tu deseo

a tí, que me enseñas y corriges mi ánimo,
a tí, que me saludas para darme más,
a tí, de quien aprendo la una y otra forma
del humilde camarada,
del solidario poeta

a tí, amigo/amiga, desde lejos,
a poca distancia de tu amoroso gesto,
desde este maravilloso sol que desprende
luz de amistad y gratitud de corazón,
desde aquí, te abrazo.

IRMA P. 




martes, 27 de mayo de 2025

Amanecer es, tomarse de la mano
con el sol y andar el día,
desenrollar las tareas,
amasarlas,
lanzarse por el tobogán del tiempo
sin esperar final  


atardecer, en cambio,
es soltarse de su mano,
despedirlo, verlo irse,
y en esa manchita de su última luz
reconocer la antesala horizontal
del primer sueño,
ese que precede a la hermosa noche y
a los otros sueños.

IRMA P.


POR NACER Versión 2008 y 2025

 En el 2008 esto escribí y así lo escribí:


🤍🖋️
martes, 8 de julio de 2008

POR NACER
APENAS SOY UNA SEMILLA...
NO SE QUE NECESITO, NI CUANTO PARA CRECER...
CON UN POCO DE TIEMPO SABRE QUE SOY, QUIEN...
ENTONCES REBOSARE CUALQUIER ESPACIO
Y MI NOMBRE SERA CONTUNDENTE
EN LA MEMORIA DE LOS OJOS...
QUE ESPERAN...
I. P.






Hoy, después de 17 años, desde esa distancia de tiempo y edad, me suenan conmovedoras mis palabras...
Ahora ya no soy una semilla, ahora soy la maduración del fruto. Ahora sé muchas cosas, de todo un poco, lo que hizo falta saber para ser quién soy y para elegir qué saber ahora. Hoy sé que para nada sirve ser pretencioso, que no hay que llegar a rebosar ningún espacio, y que mi nombre es y será una huella no más acentuada que aquellas de las que aprendí y las que amo; es decir ellos, los que hoy son la memoria de los ojos que esperaron. Y claro, debo decirlo, ahora leo un poco más y escribo un poco mejor. El tiempo ha pasado imperceptible y mi ortografía y yo seguimos activas, observadoras y vigilantes procurando no perder de vista la puntuación, el acento, la narrativa y el énfasis en el contenido de la vida.

Hoy, entonces, escribiría aquél texto mío del 2008 así:


🤍🖋️
martes, 8 de julio de 2008

POR NACER
Apenas soy una semilla,
no sé qué necesito ni cuánto para crecer
un día el tiempo me dirá qué soy, quién
y entonces, rebosaré mi espacio,
y mi nombre será palabra de gratitud que
sonará contundente en
la memoria de los ojos que me esperaron.
IRMA P.

miércoles, 21 de mayo de 2025

Todo lo que se hace "por otros" debería mantenerse en la más absoluta reserva, guardarse en lo profundo de la memoria del corazón (en el frasquito de los recuerdos dulces), allá en donde el presumido ego no pueda encontrarlo y deshaga el regalo. Que esos otros lo sepan, lo reciban y se sirvan es suficiente. ¿No es así?

SENTIPENSANDO

 

Pilas con la rutina. Podría creerse que hablo de un disciplinado, puntual y habitual comportamiento. El del orden y la justicia, el del ordenamiento del espacio y la consideración del tiempo, el de la obligatoria secuencia para el cumplimiento de la norma y la ejecución precisa de alguna receta o de un concierto. Pero no, no me refiero a eso.
Cuántas cosas de extraordinaria belleza, de singular ingenio o increíble creatividad pasan desapercibidas mientras suceden. Pareciera que la repetición, que es la dinámica de la rutina, va superponiendo negro sobre gris y gris sobre blanco y blanco sobre lo que queda de una transparencia que desaparece tras la monotonía de las mecánicas costumbres y el repaso sobre el calendario de las mismas cosas. Como dicen, todo lo hacemos paisaje.
Lo curioso es notar que precisamente esas cosas que desaparecen sin que lo notemos, suelen ser las mismas que en algún momento, al primer instante de despertarnos, capturaban toda nuestra atención y aliento, y así durante todo el día, durante varios días, hasta que empezaron a hacer parte de las cosas que se van dando por hecho sin ningún resalto en la emoción y con absoluta indiferencia: La luz del amanecer, la sonrisa de un familiar, la altura que han alcanzado la bugambilias del jardín, la silla frente a la ventana; el agua saliendo del grifo, el crepitar del fuego; la compañía de una mascota, el aroma del café, de un estofado, de la piel; la singularidad de las manos, sus movimientos y sus obras; aquél tono de azul, de voz, de un "buenos días"; la característica particular de un gesto, de un rostro conocido.
En fin, rutinas y rutinas, réplicas de un original desgastado y descartado, formas de hacer quizá seducidas por la pereza, quizás atrapadas en el pesimismo, quizá disueltas en la apatía o quizá, simplemente, apagadas en su interior.
Como el invierno en el norte, en donde es tontería la emoción de ver caer estelares copos de nieve sobre la blancura del blanco, sin sospechar que esta es, precisamente, la imagen increíble con la que sueñan los caribeños que nunca han salido del sur.
IRMA P.

 



Luego de leer aquél poema
tuve una clara visión de níveo fuego,
como un manto de cristales de hielo
sobre los hombros de un mundo ciego
como cuando la oscuridad desaparece de súbito
y uno se siente brillo intenso de la luz blanca,
emergiendo, acogedor y cálido,
del pecho abierto
de un sol muy blanco.
IRMA P.

SENTIPENSANDO

¿Qué es lo que pasa con el tiempo?

El tiempo enloqueció. Nunca más hizo fiesta ni siesta; nunca más se sentó en la puerta de su casa a ver pasar los detalles de la vida; nunca más se acomodó a ningún disfrute; nunca más se relajó, ni se subió a un columpio a elevar las emociones y, nunca más se tomó un café con el hombre mientras ambos fumaban su pipa en calma. Un día empezó a correr y nunca más se detuvo.
El tiempo enloqueció. Lo que vivimos ahora es la esquizofrenia de cada día; segundos, minutos, horas, meses, nombres del tiempo que, apenas, hacen contacto con la realidad.
IRMA P.

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.

UN AMOR TAN BONITO

 Hay muchas formas de contar la historia de la vida de uno, y en ese sentido cada quien elegiría su manera de hacerlo, pero siempre evocando...