Cada par de ojos suma,
y tú terminas siendo la suma
de todos los que te miraron sin conocerte
cada respuesta barniza la grieta que ocultas
y nadie sospecha que por ahí te quiebras,
que por ahí te vas de ti
sin despedirte, sin darte la cara,
extrañándote desde las entrañas de tu alegría y
de la superficial imagen de afuera
cada par de ojos suma, sí,
todo eso suma a la resta que resulta
de gastar lustre para la mirada ajena,
por la compañía, por el amor,
por el inefable abrazo que no te das
tú, que conoces qué leche han absorbido tus huesos,
la hora que te despierta y
la calidad de tus sábanas en invierno,
mírate lejos de los ojos ajenos,
y desde ese otro lado regálate "un día de ayer",
un diálogo con reflectores a telón abierto
en dónde las matemáticas regresen
a los mercados y a los estadistas,
y tú,
frente a cualquier espejo,
encuentres generoso saldo a favor
en la auténtica mirada de aprobación
de quién mejor y más te conoce.
IRMA P.
Este precioso poema, denota dolor. Por lo menos es lo que intuyo. Un gran abrazo volador, por si lo necesitas😘🙏🌹
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