ahora pareces como el libro aquel que
con su lomo visible aún
como no queriéndose soltar del todo
como no pudiéndose todavía.
Libro, que te sumas a la estantería del tiempo
recogiendo segundos de t
que continúas agotándote
con tu ritmo impredecible
con tu edad irrepetible,
eres la extensión del tiempo
que cesa
que cede
que asciende y trasciende;
eres la numeración
que acosa
que acusa aliento
que reclama
que espera a las puertas de
los ojos de la noche
al norte de la circunferencia de
todos los ciclos
ser bautizado con su nuevo nombre
en la pila del agua de las doce lunas.
ahora pareces como pergamino sin arrugas
papel en blanco
camino de hojas
tinta roja de las venas mías
prólogo - sin más preámbulo -
de la continuidad asombrosa de vivir.
IRMA PÉREZ


