En la noche,
en la estrecha hora,
cuando los faroles abran los caminos
y en las esquinas
los semáforos den luz hacia la casa
cuando aflojemos
la cintura,
el cuello,
el relamido pensamiento
te pido que no hablemos,
que te quedes conmigo,
que conmigo te sientes y,
en el espacio ése
en donde los dos cabemos,
seamos compañía
para tu silencio,
para mi silencio,
para escucharnos respirar,
tan sólo.
IRMA P.
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"Toda crítica verdadera es un acto de amor".