Buscar este blog

sábado, 19 de junio de 2021

UN HOMBRE ASÍ


Siempre quise un hombre intelectual
que me cargara del poema a la cama
un hombre comprometido con los sueños y el soñar,
trascendental con lo fundamental y con las labores importantes
como el arte de trenzar mi pelo o nuestras piernas
un hombre de ciencia que supiera contarme
la historia de su geografía
y enseñarme la ecuación del amor sin mucha matemática
siempre quise un hombre intelectual apasionado del beso,
un amante que me ilustrara con la maestría de Eros
sobre la alegría del cuerpo y la felicidad de dos almas
un erudito de los efectos de la cortesía de la risa,
del buen humor, del contacto visual y del afecto,
un maestro del abecedario de la ternura
quise siempre un hombre sin misterios,
culto y cultivado en el amor;
arrullo, fueguito, menta, entraña, oda, pompa
siempre quise un hombre fresco y aromático, es decir,
generoso con su esencia y su fragancia,
perfumado en sus pliegues de luces y sombras
como lluvioso bálsamo en tiempos de sequía existencial
quise siempre, un sabelotodo de los usos del jengibre,
de la lavanda, del saúco y del agua de mar
por si acaso el acoso del sarpullido del desvelo o la tos del miedo;
mejor dicho, una lumbrera para la oscuridad de mi ignorancia,
un sabio para la sofocación de la arrogancia,
un hombro para mi hombro
una eminencia en jardinería femenina
y en el arte del método del florecimiento de su género;
semilla, convexo, gota, madera sin corte
siempre quise un hombre así,
que gustara de una mujer como yo,
que se descalzara para caminarme por dentro,
para andar mis corredores con lectura felina,
conocedor y cómodo en lo íntimo y en lo próximo
compañero amigo y, viceversa;
hogar, ancla, arnés, aire, lana, circuito, amén
un hombre arado como el trigo
en vasta tierra dorada, dedicada y agradecida,
en territorio sin fronteras para su riego y para su cielo;
cosecha, narrativa, sol, prosa, música de cereales
quise siempre un hombre así, un intelectual impetuoso
que me llevara de la cama al poema,
al "nosotros",
al renglón donde se sientan a conversar nuestras palabras,
a un "henos aquí" en verso libre
y
sin atoramientos hasta la última página,
a la portada de un texto sin márgenes
escrita en prosa poética con la literatura de ambos
siempre quise un hombre así,
a la medida de este poema que, cortísimo en la expresión
del lenguaje, aún no lleva en su título
su nombre.

I.P.












TRAMPA

 



La soledad no sabe jugar
la invito a menudo porque
me divierto con ella;
me deja, pero no sabe jugar
es tramposa:
era mi turno y no pude moverme;
en el juego no se vale agarrar.

IRMA P.

 No es aparente ni extraño, todo el mundo-mundial está viviendo la misma historia social y política. Insatisfechos todos, nadie asume la responsabilidad de sus elegidos. Es como si un líder fuera siempre un "aparecido" sin proceso y, sus electores, siempre fueran "los otros".

I.P.

 


Insoportable
INCERTIDUMBRE
intensa
infame
incéndiame
inúndame
¡inventa cualquier cosa!

IRMA P., 2015

martes, 15 de junio de 2021

DESDE EL OTRO LADO DE TU VIDA

 


Desde el otro lado de tu vida
todo sucede sin que te enteres

el mundo es tan pequeño
como el paso de tus pies pero,
tan grande, como el último deseo
que lanzaste al universo sin miedo

lo que sucede sin que te enteres,
tiene que ver con tus variaciones,
con la fuerza de ese liberado deseo

como el efecto mariposa,
que no es un simple concepto de
caos o consecuencia;
¡sucede!
vibrante e indeclinable

como cuando aleteo escribiendo,
y tú,
te despeinas leyéndome.

IRMA P.






 


Tan fácil señalar al otro con un dedo
porque no piensa como uno,
porque no vive como uno,
porque es de otro lugar,
porque es de otro color,
porque no es de los nuestros,
porque siente distinto
tan difícil señalarse a uno mismo,
hacerlo con todos los dedos de la mano
y reconocer
que el pecado no está en tales diferencias,
como sí,
en el propio criterio de juicio
y en la falta de coraje
para asumir el juicio propio.

IRMA P.



CONTRASTES


Este mundo de contrastes,
como giros torcidos de la mente
atravesando la sanidad de la cordura por su parte más gruesa

este mundo extremista,
grito del caos y la desesperanza,
canto revolucionario y oceánico,
abuso de los antónimos del bien

así este mundo,
es un milagro que amanezca
cuando se insiste en verlo todo
en blanco y negro,
aún a la sangre,
aún al sol.

IRMA P.


 Cuando toda la belleza física que ves en mí desaparezca, será la mirada tuya la que, desde su alcanzado concepto de belleza, te permita seguirme viendo o no. Esta es la eterna prueba universal por la que todos pasaremos; y también es la evidencia absoluta de que tú y yo somos delicados, temporales y efímeros cascarones de un fuego amoroso inextinguible.

I.P.





 ¡Países del tercer mundo!

¡No os desaniméis!
que el desarrollo
también lo ha demostrado:
cuánto más alta la torre
y elevada la urbe
más lejos se está
del centro de la tierra
"El Centro de la Tierra"
es un negocito con techo de palma
en donde venden limonada de coco,
pargo y patacón dorado,
se amanece cantando
y se baila pegado
queda a orillas
de una de las costas de Colombia.
IRMA P.



GENTE

 

Gente,
palabra relativa,
laberíntica, densa,
larga y cuadrada como
habitáculo de muros infinitos
y silencios de rebote
gente,
mortales sin astro en el pecho
y venas pálidas,
con la generosidad enroscada y
una aguda joroba en la humildad
gente,
masa gruesa,
inerte, sosa,
vasto valle de inviernos
recogidos y amarrados con
el zumbido más triste del asombro
gente,
del desamor venidos,
de las heridas de los
hervores de los ausentes abrazos,
sirvientes y servidos por
culpas heredadas
de padres-gente.

IRMA P.


 La culpa no es de nadie

si ya no duermo como antes,
esa es una discrepancia
entre el tiempo y mi cuerpo
que se disputan
mis sueños y mi sueño

obvio, a qué acuerdo podrían llegar
si ellos corren a contrasentido
como dos locos urgidos
buscando sus soles

la culpa es del tiempo, punto

mi cuerpo sólo obedece
a la abstinencia de ti.

IRMA P.



 Doña Hipocresía es una "señora mentirota" que se exhibe en vallas y muros monumentales con vistosas luces de neón; ella está tan aceptada, asumida y empoderada que hasta parece una reina de carnaval reciente o la piadosa bendición de algún santo. De cariño se le han dado nombres distinguidos, sonados, verosímiles, y se le ha puesto a diario en el lugar de los "trending topics" y así, en todas las bocas cuyas lenguas le lamen su trasero a cambio de un beneficio unilateral, así sea rapaz, así sea fugaz. ¡Qué belleza, qué talento!, le va muy bien con la escasez de inteligencia y la pobreza emocional, y es tan exitosa sometiendo a lo real, a lo sincero y lo auténtico -sus opuestos- a la oscuridad y al falso rastro, que este pequeño texto tan comprobable y verdadero, nada tendría de raro que no se le viera como la más intencional de las ironías en su contra.

I.P.




La última vez que fui al futuro
no logré llegar muy lejos
nadie sabe para dónde va y
sin embargo, aquel lugar está lleno
las paredes se levantan sobre la tierra
donde antes se extendían
con vitalidad otras raíces
la sangre es pálida y tan espesa
como fluido de agua enferma
-eso se ve en los ojos,
no en las pieles-
hay esquinas cuyo cruce da igual,
hay cruces en las esquinas
hay millones de puertas idénticas
con números indescifrables
que son como tapas de frascos
de laboratorio
hay un ser humano
en cada frasco de laboratorio
hay un embudo
estrecho,
categórico,
soberbio
se realizan experimentos
en donde se filtra luz
sin sol ni luna
inevitable, la mesa se seca y
cae de rodillas hecha polvo,
el piso cruje rabioso su tapete de vidrio
y la vida llora la ausencia
del manto del río
ahora, que anda descalza
la última vez que fui al futuro,
no logré llegar ni cerca...
no tengo los zapatos para ese mundo.

Irma P.







En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.