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domingo, 25 de agosto de 2024

SENTIPENSANDO - De "los Narcisos"

 Si no queremos bonito al Ser único que somos, terminaremos siendo como esos bajitos de estima que se la pasan mirándose en su propio reflejo de agua para no sentirse solos, para no verse solos, para no saberse solos. Como "los  Narcisos", confundidos ególatras por castigo -pobres al fin- siempre necesitando en exceso para poder sobrevivir la profunda soledad que les habita, por la absoluta desproporción del amor que carecen.

I.P.


jueves, 22 de agosto de 2024

DEL TIEMPO PERDIDO

 
En la prisa por el espanto 
del tiempo perdido,
la muerte afila su sonrisa sin ser vista

nadie la vé porque todos corren,
no corren de ella,
corren de ellos

van mutilando los brazos del día
y la noche se acuesta en el piso
con hambre

hacen ruido,
filas,
reglas,
el espacio es el oro
por el que se tumban las cabezas

la masa está cruda y, 
el horno,
ya perdió su fuerza.

IRMA P. 



miércoles, 21 de agosto de 2024

SENTIPENSANDO - De la libertad propia


- Y, ¿para dónde va Vicente?
- Para donde va la gente.
- Pobre Vicente; siempre haciendo lo mismo. Si tan sólo pudiera soltarse los tobillos de sus grilletes mentales podría darse cuenta de que, al abandonar la consideración de su propio criterio y voluntad, está reduciendo su propia existencia a un espacio minúsculo en donde poner un pie delante del otro para caminar no es posible; eso se llama sometimiento y su consecuencia es, la humillación del derecho a la libertad propia.

I.P.

martes, 20 de agosto de 2024

Caída monumental,
vértigo y espasmo;
toda la fuerza sublevada,
todo el peso liberado

sólo desbocándose
sobrevive una catarata,
toda su transparencia
se lo debe a ello.

IRMA P.



sábado, 17 de agosto de 2024

DE ESOS SILENCIOS

Me enfermo del peor de los silencios,
soporto su escalofrío y todos sus calambres 
frente los ojos que se confunden con el 
rosado de mis mejillas afiebradas

no es mentira si no lloro,
si me levanto un poco y camino,
si me quedo mirando cuando nada miro o, 
si no me quejo y sonrío

me enfermo de estas aguas que no fluyen,
de saber del lujo que es para mí
la espera,
que cada vez que respiro… duele,
que me duele la tarde cada vez que termina 
me duele demasiado la soledad de mi cuerpo

pero no, no moriré por esto,
aunque esta sea la estancia más oscura 
la última instancia de este sueño

sólo estoy enferma del peor de los silencios,
presintiendo el no retorno del deseo
ya casi,
sintiéndome
sobreviviente absoluta de ti.

IRMA P. 



Hay días en que uno se levanta alebrestado, con la indignación sin piel y expuesta. Así, como soldado en ayunas de motivo, causa y principio para aguantarse-mamarse-bancarse un uniforme que no merece su capacidad de aguante. Hay días así. 

IRMA P.  


lunes, 12 de agosto de 2024


 

LA HORA DEL LIMBO

 

Esos estados inmersos en el sin saber,
ese lugar donde 
la pesada incertidumbre te 
empuja al fondo del pozo como 
cuerpo de pluma con pies de piedra, 
por horas, 
por días,
respirando sin pulmones

todo parece haberse detenido en 
el borde inferior de la esquina de esta página,
justo en el renglón que dice:
“y deberás empezar de nuevo y 
de nuevo, y una vez más, 
y así sabrás que…”

entonces, 
quedas como estás, sin estar,
ni en lo caliente, ni en lo frio,
parecido a un reloj detenido en 
la muñeca del limbo
donde el tiempo en espera se reprime

pero, 
eso es falso,
porque la vida se las sabe todas:
pasa y te saluda -paralela-,
te alza una mano y se despide 
mientras tú le miras 
y sólo sabes que 
sigues inmerso, inmóvil,
en algo así como... la nada.

IRMA P. 




sábado, 10 de agosto de 2024

 Y así me voy desapareciendo

enfrente 

de tus ojos sordos, 

de tu voz que no respira,

de tus oídos ciegos, 

de tus manos que no caminan,

de tus pies sin latido,

de tu corazón que no corre,

de todo revés de tu cuerpo que es... 

la piel imposible 

que más he besado.


IRMA P. 




En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.