En la prisa por el espanto
del tiempo perdido,
la muerte afila su sonrisa sin ser vista
la muerte afila su sonrisa sin ser vista
nadie la vé porque todos corren,
no corren de ella,
corren de ellos
van mutilando los brazos del día
y la noche se acuesta en el piso
con hambre
hacen ruido,
filas,
reglas,
el espacio es el oro
por el que se tumban las cabezas
la masa está cruda y,
el horno,
ya perdió su fuerza.
ya perdió su fuerza.
IRMA P.
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"Toda crítica verdadera es un acto de amor".