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domingo, 21 de mayo de 2017
domingo, 14 de mayo de 2017
Filosofar es adentrarse dentro del pensamiento sin ataduras ni atavíos, artesanalmente; es atreverse a buscar en el recinto más profundo y desconocido del ser humano y disponerse a descubrir allí, - mas allá del enunciado - alguna pista, algún chispazo, algún indicio sobre la existencia de "una luz o verdad", para luego mirarse a los ojos, con asombro y conciliación, uno con ella.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2017
En este trayecto existencial
desde el principio del sonido
al final del eco
algún poeta
o una poetisa - como yo -
habrá dejado señales
como migas de pan
en ese camino que
él o ella
ni siquiera conoce
desde el principio del sonido
al final del eco
algún poeta
o una poetisa - como yo -
habrá dejado señales
como migas de pan
en ese camino que
él o ella
ni siquiera conoce
los poetas escriben
todos los días de su vida
- aunque no escriban -
y a veces
se pierden en caminos ajenos
todos los días de su vida
- aunque no escriban -
y a veces
se pierden en caminos ajenos
pero
nada qué hacer
esto es lo de ellos:
"abrir las rejas del
campo y
apuntar
sin temblar
a las fronteras".
nada qué hacer
esto es lo de ellos:
"abrir las rejas del
campo y
apuntar
sin temblar
a las fronteras".
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2016
De la manada
del jardín
del sistema
del firmamento
de la multitud
de la red
no es
- ni siquiera -
esta sombra mía
que orbíta sin
trascender las paredes
del mundo;
del jardín
del sistema
del firmamento
de la multitud
de la red
no es
- ni siquiera -
esta sombra mía
que orbíta sin
trascender las paredes
del mundo;
de quién es entonces
la huella que tiene
mi nombre
la huella que tiene
mi nombre
de dónde es la luz que
me hace sombra
me hace sombra
con qué argumento me creerá
algún día
algún juez de la tierra
esta historia...
algún día
algún juez de la tierra
esta historia...
no obstante
hablan los zapatos
en mi closet
sobran las pruebas
suman los testigos
en mi closet
sobran las pruebas
suman los testigos
y, sin embargo
como un acertijo
como un acertijo
pareciera que
justo cuando lanzaron el semillero
el viento hubiera estornudado
sobre mi.
justo cuando lanzaron el semillero
el viento hubiera estornudado
sobre mi.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2017
Es la mano vacía e indignada
la que empuña firme la espada
la que empuña firme la espada
es el brazo acalambrado y desnudo
el que levanta decidido la espada
el que levanta decidido la espada
es el ojo lacrimoso y atónito
el que ve promesa en la espada
el que ve promesa en la espada
es el corazón infeliz y cabreado
el que decide el filo de la espada
el que decide el filo de la espada
es la razón invalidada y presa
la que atina al objetivo de la espada
la que atina al objetivo de la espada
- ¡que caigan esas cabezas!
que cambien los adjetivos
que otro golpe de fortuna
se afile y nos divida el tiempo -
que cambien los adjetivos
que otro golpe de fortuna
se afile y nos divida el tiempo -
es hora
es ahora
es ahora
que es el hombre libre
el que no necesita espadas.
el que no necesita espadas.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2017
En la prisa por el espanto
del tiempo perdido,
la muerte afila su sonrisa sin ser vista
la muerte afila su sonrisa sin ser vista
nadie la ve porque todos corren,
no corren de ella,
corren de ellos
van mutilando los brazos del día,
y la noche se acuesta en el piso
con hambre
hacen ruido,
filas,
reglas,
el espacio es el oro por el que
se tumban las cabezas
la masa está cruda y,
el horno,
ya perdió su fuerza.
ya perdió su fuerza.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2016
Esta es la hora
en que
se cierran las ventanas
en que
se cierran las ventanas
las grandes
las viejas
las blancas
las de madera
las del bus
las de la finca
las viejas
las blancas
las de madera
las del bus
las de la finca
todas las ventanas
se cierran
a esta hora
se cierran
a esta hora
pero hay unas
que se rehúsan
que ponen tranca
que coquetean
que disimulan
que no suben
que no caen
que se resisten
que alargan el atardecer
que se rehúsan
que ponen tranca
que coquetean
que disimulan
que no suben
que no caen
que se resisten
que alargan el atardecer
ventanas abiertas
- a esta hora -
como mis párpados
- a esta hora -
como mis párpados
cómplices
inocentes
vigilantes amangualados
con el deseo necio
de mis ojos
de verte
inocentes
vigilantes amangualados
con el deseo necio
de mis ojos
de verte
a esta hora.
IRMA PÉREZ, La Pillis
COSTURAS
Teníamos en nuestras manos
la tela que con tantos hilos tejimos…
… Arte…
la tela que con tantos hilos tejimos…
… Arte…
le hicimos fuerte
colorida
llena de texturas
tomamos medias, metro, tiza
delineamos tu figura, la mía
ajustamos el molde
reforzamos los costados
juntamos alfileres para cada encuentro
hilvanamos, - por si acaso -
revisamos la puntada
marcamos algunos ojales para
los botones de ambos
colorida
llena de texturas
tomamos medias, metro, tiza
delineamos tu figura, la mía
ajustamos el molde
reforzamos los costados
juntamos alfileres para cada encuentro
hilvanamos, - por si acaso -
revisamos la puntada
marcamos algunos ojales para
los botones de ambos
Qué maravilla
¡tu ojal y mi botón!
¡tu botón y mi ojal!
como dos manos abiertas, dispuestas
a acercarse
a cerrarse
a soltarse
¡tu ojal y mi botón!
¡tu botón y mi ojal!
como dos manos abiertas, dispuestas
a acercarse
a cerrarse
a soltarse
precisa quedó la prenda en tu pecho amplio
en mí, como justa pretina alrededor
de mi cintura
en mí, como justa pretina alrededor
de mi cintura
la estrenamos
la lucimos
pasamos la prueba
-a prueba de todo, parecía ser -
de la intemperie
de la acidez
de la mancha
del hierro
de las puntas salidas
la lucimos
pasamos la prueba
-a prueba de todo, parecía ser -
de la intemperie
de la acidez
de la mancha
del hierro
de las puntas salidas
pero la usamos y
abusamos
una y otra vez
abusamos
una y otra vez
llego el desgaste
cedió la puntada
se deshizo en flecos
se rompió en pedazos
cedió la puntada
se deshizo en flecos
se rompió en pedazos
ahora, el costurero amontona hilos y agujas
las tijeras aguardan silenciosas en el fondo
y los dedales…
los dedales se ponen de moda.
las tijeras aguardan silenciosas en el fondo
y los dedales…
los dedales se ponen de moda.
¿Qué es lo que pasa con el tiempo?
El tiempo enloqueció. Nunca más hizo fiesta ni siesta, nunca más se sentó en la puerta de su casa a ver pasar los detalles de la vida. Nunca más se acomodó a ningún disfrute. Nunca más se relajó, ni se subió a un columpio a elevar las emociones y, nunca más se tomó un café con el hombre, mientras ambos fumaban su pipa en calma. Un día empezó a correr y nunca más se detuvo.
El tiempo enloqueció. Lo que vivimos ahora es la esquizofrenia de cada día; segundos, minutos, horas, meses - nombres del tiempo - que, apenas si hacen contacto con la realidad.
I.P.
El tiempo enloqueció. Nunca más hizo fiesta ni siesta, nunca más se sentó en la puerta de su casa a ver pasar los detalles de la vida. Nunca más se acomodó a ningún disfrute. Nunca más se relajó, ni se subió a un columpio a elevar las emociones y, nunca más se tomó un café con el hombre, mientras ambos fumaban su pipa en calma. Un día empezó a correr y nunca más se detuvo.
El tiempo enloqueció. Lo que vivimos ahora es la esquizofrenia de cada día; segundos, minutos, horas, meses - nombres del tiempo - que, apenas si hacen contacto con la realidad.
I.P.
Hay poetas por fuera de los círculos
autores en anonimato al margen
de toda figura geométrica
de toda métrica
autores en anonimato al margen
de toda figura geométrica
de toda métrica
mirones del espacio
extranjeros de lo colectivo, eso
que se queda al otro lado
de este "campo abierto"
donde vivo yo
extranjeros de lo colectivo, eso
que se queda al otro lado
de este "campo abierto"
donde vivo yo
hay poetas obstinados
gente rara que huye de la gente
solitarios que prefieren
la "otra cosa" a lo habitual
gente atorada de emociones
observadores como búhos
nocturnos
invisibles
gente rara que huye de la gente
solitarios que prefieren
la "otra cosa" a lo habitual
gente atorada de emociones
observadores como búhos
nocturnos
invisibles
hay poetas que guardan
la voz cuando escriben
porque están convencidos de que
"es otra" la voz que
susurró aquellas palabras
la voz cuando escriben
porque están convencidos de que
"es otra" la voz que
susurró aquellas palabras
saben que se precisa aquella... aquello...
ese vibrato en la amargura, en la dicha
esa ronquera en el nudo ciego del verso
esa agudeza que alcanza a la distancia
esa compasión con el silencio
ese tono, cuando al amor le falta el aire o,
cuando todo lo que cansa, sobra...
ese vibrato en la amargura, en la dicha
esa ronquera en el nudo ciego del verso
esa agudeza que alcanza a la distancia
esa compasión con el silencio
ese tono, cuando al amor le falta el aire o,
cuando todo lo que cansa, sobra...
hay poetas que no pertenecen a nada
y nada les pertenece
autores por fuera de los círculos
voces anónimas
letras sin libros
y nada les pertenece
autores por fuera de los círculos
voces anónimas
letras sin libros
habitantes de campos abiertos, en todo caso.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2017
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En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.