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lunes, 2 de enero de 2017

La jirafa se agacha para pasar por debajo del árbol, no por su altura, pero sí como una respuesta natural, un gesto espontáneo de agradecimiento, porque ni ella ni el árbol conocen de asuntos de medidas ni de protocolos. Esas cosas se las inventó el hombre cuando le puso precio a lo que no era suyo; ellos sólo entienden que lo que es, se explica por sí solo y, que todo se trata de reciprocidad, de una correspondencia natural, rítmica, vital. Pues: Fruto que no se entrega, árbol que no tiene razón de ser.

IRMA PEREZ, La Pillis

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"Toda crítica verdadera es un acto de amor".

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.