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lunes, 22 de febrero de 2021

DESMEMORIA

 DESMEMORIA


Si no me conoces ahora, 

ésta que soy, 

no te la podré recordar 


me renuevo cada día en mi memoria,

como cada día,  

en la desmemoria, olvido


no tengo miedo, 

no lo tendré,

si tú me recuerdas.  


IRMA PÉREZ, 2019

 ¿Qué vamos a hacer con tanta tristeza?


la última vez que nos visitó la compasíón

ni siquiera tiene fecha

porque no hubo

notario que la certificara, 

ni gobernante, ni dama, 

ni experto,

ni mujer, ni hombre,

ni piel de nadie que filtrara pena

o un ápice de ternura 

en alguno de sus ojos


desde entonces, 

la tierra acumula sus vergüenzas

debajo de almohadas de plumas

y en alcantarillas techadas con alfombras de lujo 

y cabezas con corona


la mezquindad y la violencia 

se anotan la gran cifra de victimas a diario,

declarando camposanto al mundo

y a la vida, desierto de bondad, páramo

 

¿Qué vamos a hacer con tanta tristeza?

si no nos conduelen las lágrimas de la alegría,

si no nos conmueve un poema de amor,

si no nos talla la inmoralidad, la mentira,

si no nos queremos

 

¿hacer? 

nada haremos con tanta tristeza,

si es que, en el pecho, no nos arde nada.  


Irma PÉREZ




 

 De todo texto como de todo ser humano, siempre se puede recoger una pequeña verdad que, junto a otras, hace la gran verdad de uno. I.P. 


 Dicen que el Amor es la asignatura pendiente de todos; la lectura que reiterativamente obviamos sobre la que pudiera ser la guía más corta acerca del vivir y convivir, y que en su invitación, no propone fin sin felicidad. Dicen que es la razón por la que estamos en este mundo y la misión por la que, al final de los finales, habrá valido la pena haber vivido. Dicen que no hay que llenar el cuaderno pero que hay márgenes que si se pasan, lo vuelven a poner a uno en el inicio de todo. Dicen que un sólo renglón ajustado al bien como origen y destino, y al ideal de su esencia indisoluble, invariable e infinita como única fuente de identidad, propiedad y pertenencia, bastará para aprobarla.  

¿Cómo iremos con eso?

I.P.



 El arte, los artesanos, los artistas siempre se han encargado de que no nos falte el amor en todas sus posibles manifestaciones y expresiones; de que éste acuda a llenar cualquier espacio o fisura que pudiera separarnos de nuestra esencia y de nuestra razón y alegría de vivir. En días como hoy, en medio de una pandemia que por largo tiempo nos ha tallado radical y profundamente el espíritu, que le dio protagonismo y contundencia a la distancia, con el poder del recurso virtual integrado a la mano, no tendríamos excusa para no ofrecer un detalle afectuoso o un saludo amoroso a nuestros seres queridos; sí, este día que pasa veloz, reconocible, visible y por una única vez cada año, siendo en realidad una oportunidad hermosa para hacer "la gran fiesta" que no podemos realizar todos los días. -Cada quien sabrá del tiempo y la ocasión que le permite al amor intervenir en su vida-

Así que, se trata sólo de acercarse al arte, los regalos están disponibles; no piden dinero, están ahí, sin puerta qué derribar que no sea la tuya. 

I P.


QUERERNOS


Pendular nuestro amor hasta el ritmo,

agradarnos en lo continuo de la rueda,

agradecernos por los dos;

enamorarnos del "nosotros", del "nos", del "otro"


celebrarnos en la gran fiesta de Eros,

y que el tiempo se disponga cómplice y espléndido 

para verlo. 


IRMA P. 




 

 DEL AMARILLO-DICHA 


Hay una ventanita 

por la que miro al mundo,

ese espectro inabarcable 

en donde pongo los sentidos 

para explicarme el canto del gallo 

cada día 


esta ventanita, es el ojo de cristal por el que veo y me dejo ver


afuera, hay un pedazo del rostro del mundo que no sonríe

porque le falta un pulmón y le

sobran amputaciones

pero, también, 

hay vastos lotes de amarillo-dicha 

en unos cuantos enormes girasoles que son 

como esplendorosos soles míos,

inextinguibles y permanentes


adentro, estoy yo, buscando sonreír cada minuto siguiente

con mi luz prendida, 

permanente e inextinguible 


dicen que los girasoles 

van girando su rutina 

de cara al sol,

y yo, yo no giro en el encierro, 

yo tengo plumas,

y soy friolenta,

y por eso la vista 

y por eso la ventana


sé que a veces no logro ser

del sol ni uno sólo de sus tonos rubios,

no obstante, siempre hay un girasol o tres que, sabiendo esto, encuentro siempre, invariablemente,

de cara a mí. 


Irma PÉREZ




 

sábado, 20 de febrero de 2021

 La diversidad es perfecta; sin embargo, el mundo está lleno de gente que renunció a ser original.

La Pillis Poetuits



EQUILIBRIO


EQUILIBRIO

Lucidez,
corre brillante y líquida sobre mis convicciones,
descarga flashes de auroras sobre mis reflexiones y
sé compasiva con mis omisiones;
son las cinco de la madrugada para mi oportunidad
y temo al mareo en que recaigo
por el exceso del licor de mis emociones
te aviso: a medio día
almorzaré los sesos del león que se comió mi corazón
y tú, lucidez,
verás caer la brutalidad en brazos de la ternura,
pero no verás diferencia alguna
entre el sobresaliente colmillo de ambas fieras.
I.P.


 

DEL AMOR QUE SE LLEVA A SOLAS

A veces, uno se enamora,
sólo uno,
entonces uno se queda
con una sonrisa estúpida en el rostro,
con una mueca que se acentúa
cada vez que uno recuerda y disimula
mientras se aguanta la histeria
de un músculo que quiere torcerse
y, todos los motivos para llorar
uno sabe,
la vaina es incontenible,
el desconsuelo del amor solitario deforma
y no se conforma con el declive y desahucio
de una ilusión tan divina
se llora porque se llora,
porque nada duele más
que despedirse de todo,
del otro y de todo su todo;
porque se teme por el amor que se siente
que no encontró orilla para sus olas
ni halló oído para su coral
uno se enamora, sólo uno,
y luego la garganta se va llenando del tremor nervioso de la queja,
de los ruidos destemplados del
corazón roto
por el interminable desfile de
palabras
que se quedaron sin decir, sin escuchar,
huérfanas del beso y lo besado
uno no piensa pero, es mejor
dejarle al silencio
que se encargue de palearle
las rabietas al dolor,
de estrangularlo antes del
disimulo del grito
porque,
aunque uno sabe que
ninguna emoción se completa
sin hacer sonar el cuerpo,
en cuanto al amor que se lleva a solas,
no hace falta tener lágrimas en los ojos
para saber que se está llorando.
Irma Pérez


 A la gente que lee poesía, se le nota. A los que no leen, también se les nota.

I.P.

 He leído:

"Los peces morderán bien el anzuelo justo antes del amanecer y justo después del anochecer, cuando la comida es abundante. Los peces se retirarán a las aguas más frías y profundas al mediodía, cuando el sol está en su apogeo".
No sé si voy a amanecer o estoy anocheciendo, pero tengo una abundancia de letras, una miscelánea de imágenes y un festival de modelos creativos que se me van acrecentando a minuto y van desbordándose, como un líquido emocional que va desembocando en este lago, para nada artificial, en el que me encuentro; así que, tengo mi red repleta, descosiéndose mientras lidio con mi afán para no perder la pesca que se me ofrece en este momento que parece uno entre mil. Yo sé.
No sabía yo, en cambio, que a plena luz y al alcance del ojo, dos agujas al norte anuncian ausencia de vida en ciertos universos; que en ese momento uno tiene el sol -solazo- justo encima de la cabeza y que por eso, al calor de la superficialidad de los conceptos y las emociones, no se puede lograr juntar ni un par de palabras o ideas seguidas; los argumentos se derriten, y la poca inspiración termina en frustración de cenizas de un intento achicharrado. Qué malestar. Qué molestia.
No tenía conciencia yo, entonces, del entendimiento de que cuando queremos decir algo, escribir algo, entregar algo, así como en la pesca, para que un pez/escrito muerda/atrape el anzuelo/intención, hay que saber esperar el momento preciso que es sólo uno; el adecuado instante, la hora más silenciosa y serena, la de la escucha del propio latido, la del agua en calma...; para percibir con absoluta certeza ese ascenso de la burbuja que viene del fondo buscando el respiro de lo que contiene, y que detona con intensidad sobre la superficie el movimiento de las ondas y las olas que definen el poema, la obra de arte, el regalo. Hay que estar despiertos a la hora de más sueño, lúcidos en la hora soñada para escuchar la musicalidad que proviene del lado profundo; ese acorde que suena en el fino espacio de ese preciso instante entre la claridad cuando se torna oscura y, la oscuridad cuando amanece; es decir, en la inefable hora, la del vaivén de los tonos, del ritmo, de la abundancia; la de las dos bellezas, la de la extraordinaria visión, esa, la de la transición de la luz.
No sé si voy a amanecer o estoy anocheciendo pero...
Tengo buena pesca en mis manos, y con fuerza y firmeza sostengo mi red hasta su vacío.
Sírvase quien quiera.
I.P.


 A la pregunta, ¿El amor es uno o hay varios tipos de amor? Se me ocurre:

Para la agradable sombra, para el inspirador paisaje, para la bondad del fruto, para el nido del pájaro, para el verde esperanza, para el imprescindible oxígeno, para la sabiduría del bosque y la compañía al hombre, para acondicionar los ojos, para evidenciar el tiempo y la belleza de los ciclos, para recordarnos vivir y para amar "el regreso", están cada una de las hojas del gran bosque de las posibilidades y capacidades humanas que, en conjunto o separadas, ramificadas y multiplicadas, secas o regeneradas, nos permiten apreciar, sobrellevar, entender, disfrutar y respetar la vida. Pero el Amor es el árbol. I.P.




I.P.

La realidad es que hay que aceptar que no somos felices; que la felicidad consiste en perder el miedo a no serlo, en dejar de condicionarla y fragmentarla, en no ubicarla en otros y afuera, en acceder a su brevedad recordando que también con ella todo en exceso es malo, en perdonar "la nalgada" y todo lo que vino, como ella, con la intención de despertarnos después de haber nacido.

La realidad es que hay que aceptar que no somos felices, porque no creemos que la vida sea el yogur, y sí la bacteria.
Irma PÉREZ


 

lunes, 1 de febrero de 2021

UN HOMBRE ASÍ


 

Siempre quise un hombre intelectual

que me cargara del poema a la cama

 

un hombre comprometido con los sueños y el soñar,

trascendental con lo fundamental y con las labores importantes

como el arte de trenzar mi pelo o nuestras piernas

 

un hombre de ciencia que supiera contarme

la historia de su geografía

y enseñarme la ecuación del amor sin mucha matemática

 

siempre quise un hombre intelectual apasionado del beso,

un amante que me ilustrara con la maestría de Eros

sobre la alegría del cuerpo y la felicidad de dos almas

 

un erudito de los efectos de la cortesía de la risa,

del buen humor, del contacto visual y del afecto;

un maestro del abecedario de la ternura

 

quise siempre un hombre sin misterios,

culto y cultivado en el amor;

arrullo, fueguito, menta, entraña, oda, pompa

 

siempre quise un hombre fresco y aromático, es decir,

generoso con su esencia y su fragancia,

perfumado en sus pliegues de luces y sombras

como lluvioso bálsamo en tiempos de sequía existencial

 

quise siempre, un sabelotodo de los usos del jengibre,

de la lavanda, del saúco y del agua de mar

por si acaso el acoso del sarpullido del desvelo o la tos del miedo;

mejor dicho, una lumbrera para la oscuridad de mi ignorancia,

un sabio para la sofocación de la arrogancia,

un hombro para mi hombro

 

una eminencia en jardinería femenina

y en el arte del método del florecimiento de su género;

semilla, convexo, gota, madera sin corte

 

siempre quise un hombre así,

que gustara de una mujer como yo,

que se descalzara para caminarme por dentro,

para andar mis corredores con lectura felina,

conocedor y cómodo en lo íntimo y en lo próximo

 

compañero amigo y, viceversa;

hogar, ancla, arnés, aire, lana, circuito, amén

 

un hombre arado como el trigo

en vasta tierra dorada, dedicada y agradecida,

en territorio sin fronteras para su riego y para su cielo;

cosecha, narrativa, sol, prosa, música de cereales

 

quise siempre un hombre así, un intelectual impetuoso

que me llevara de la cama al poema,

al "nosotros",

al renglón donde se sientan a conversar nuestras palabras,

a un "henos aquí" en verso libre y

sin atoramientos hasta la última página,

a la portada de un texto sin márgenes

escrito en prosa poética con la literatura de ambos

 

siempre quise un hombre así,

a la medida de este poema que, cortísimo en la expresión

del lenguaje, aún no lleva en su título su nombre.

 

I.P.



En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.