Buscar este blog

jueves, 3 de diciembre de 2015


Dicen que un día, muy de los primeros, la mujer dejó de sonreír y así día a día su descendencia. No cuentan exactamente qué fue lo que pasó, sin embargo, dicen que esa fatal consecuencia empezó, cuando entristecida y sin entender porqué, se vio involucrada y como señuelo en aquel cuento condenatorio de la manzana. 

I.P.


No depende de ti
la altura que alcance
con mis propias alas,
a veces
estoy sobre la copa de un árbol
y canto la balada del sol
y otras
camino la calle
y busco la miga
por donde andan los pies
que corren
que pisan
que se detienen a verme
que nunca se detienen.
Pero también hay otras veces
en que nada esta arriba
y tampoco hay nada abajo
y se crea ese espacio
que tiene las formas de tu cuerpo
y la fuerza de tu ser,
y con aquella confianza
que libera la bondad
del tiempo compartido
me entrego de nuevo al juego
y jugamos
y vuelo contigo
¡y volamos!
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2013

Como la copa de cristal
que no puede ocultar su contenido,
así el rostro y la mirada
no pueden esconder su claridad
o su agua turbia,
a veces, lo feo
puede ser la otra mitad
del vaso lleno,
otras veces, la belleza
puede ser tan solo
un recipiente vacío.
IRMA PEREZ, La Pillis

Poema, MUJER

MUJER
Mujer
quién te dijo que pintaras tu rostro
que ocultaras tu rastro
que engañaras al tiempo
que aumentaras tu ego
que bajaras de peso,
quién te convenció de eso,
de eso que te distrajo de ti;
quien te lo dijo se pierde de ciego,
es que no es la belleza
es
la mujer.
IRMA PEREZ, La Pillis


Por mi amigo he ido a la batalla
sin que me lo pidiera;
le encontré en el suelo
en la otra orilla,
sin fuerzas, sin armas y sin voz,
en el pozo insufrible
de su propia sangre y lagrimas;
desde allí, desde ese abismo
me miraba quedo en agonía
con la súplica tímida, última quizá,
de quien solo le teme al abandono.
Nunca me dijo que me quedara
pero yo, yo aún no sè
qué pensaba dentro de mis botas,
cuando pequeña, delgada y dispuesta
le cargué en mis brazos
queriendo ponerle a salvo a toda costa.

Al final vine a saber
que no hay guerra pequeña
ni paz a medias,
que la amistad no es si se permite tibia,
que en el mundo estamos
y que a veces somos solo dos,
que el otro es vulnerable, como yo
imperfecto, como yo
escudo y resguardo, como yo,
pecho blindado
entre la punta de una flecha envenenada
y el corazón.

IRMA PEREZ, La Pillis - 2105

Poema, CUANDO TE VEO, LE VEO

CUANDO TE VEO, LE VEO
Te lo explico con los ojos cerrados
porque esta es la forma
en que siempre le veo...
Sólo cuando tu apareces
se transforma en ti
y tu en él,
tiene la cualidad de ser la ternura de la sombra
el vestido de tul de la luz que no ves cuando te beso
el farolito intermitente que nos guarda los rubores
y a tus bellos ojos, en los ojos mios.
Ahora entenderás, mi amor
cuánto me gusta saber
que cuando cierro los ojos puedo verte
pero cuando los abro y, te veo,
el amor se explica con tu sonrisa de verso
y como poema
se desnuda
y se hace.
IRMA PEREZ, La Pillis

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.