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domingo, 31 de octubre de 2021


 


Sobrepoblado el mundo
y yo tras el ser único
que permeabiliza mi alma
sin coordenadas aún,
ambos hemos visto
nuestras sombras
tomadas de la mano
en el reflejo -testigo-
del mismo mar en calma
nos mojamos,
nos secamos
nos mojamos como
agua de sol
sobre la expuesta tierra
que revive
reverdece y retoña
una y otra vez
excedido el mundo y,
ya casi el tiempo,
he de desbordar la búsqueda
por un minuto,
¡al menos uno!
allí, empapada.

IRMA P.



No nos digamos mentiras
no es cosa de mala racha
de vacas flacas
de pesimismo
de fatalismo
de dramatismo
no estamos cansados
ni sorprendidos,
tampoco locos
ni malheridos
peor que eso,
todos,
todos estamos tristes
tristes...,
siempre a punto de ser felices.

IRMA P.



 


Llueve afuera,
adentro llueve
y usted no entiende
lo inútil de un paraguas
algunas veces.

IRMA P.



 Muy triste es ver al amor ser usado como pantalla publicitaria para llamar la atención. El verdadero acto de amor no se publica, no se vocifera, no se divulga, no se anda contando; ese es un ruido que hace el hipócrita que ofrece la mano y "espera la foto". Todo por la foto, no por la otra mano.

I.P.



viernes, 29 de octubre de 2021

 "Tú eres la parte más bonita de mi día", me dijo. Y eso era todo lo que yo quería escuchar de la parte más bonita del mío.

I.P.



 

Estoy al otro lado del acantilado,

no tan lejos como para no verte
a su borde le huye tu pie derecho,
pero tu izquierdo, se revela suicida
le miras de reojo,
de frente, nunca como ahora
te preguntas
por la vida,
por la muerte,
te quieres mover,
correr en reversa
pero la serpiente se ha enroscado
y es un rastrero con raíces
le arrancas frustrado plumas a las aves
mientras ellas
sólo pasan de largo sobre tu cabeza;
ninguna finge
estás como la trémula hoja
del árbol de otoño,
como la gota que se precipita sobre
la vertical de un espejo,
como la jugada desahuciada en un juego de "Jenga",
como la oxidada armadura del miedo
todo
a punto de una caída inminente y sin presagio,
en los brazos firmes
de un horizonte posible.

IRMA P.

HALLAZGO

 


Qué día fue aquél en que el miedo
se nos alojó en la médula y olvidamos
cómo se siente no vivir con él
hay memorias con largas horas de vuelo
que no encuentran nunca
un pequeño recuerdo de esa suerte,
pues ni siquiera el flash de un déjà vu
levanta sospecha de
las mentiras del confort
cómo se siente
cuando no se siente miedo,
ningún miedo,
miedo a nada,
miedo al miedo;
el amor levanta la mano
y se ofrece a contestar
todas las preguntas
a cambio de intercambiarse
un sólo momento con él
ese fue el día en que,
por fin,
el sosiego,
se recostó confiado sobre
su propio hallazgo.

IRMA P.


 En la respuesta al "Para qué" de todas las cosas, reside la razón de ser del corazón que nos mantiene vivos. Cualquier otra pregunta nos mantiene al margen de saber cosas como: cuál es el nervio que más nos entusiasma la sangre, la medida de nuestros intangibles, y el alcance, incluso, de aquellos bordes propios que tocaron aquellas cosas que no pudimos ver. Por eso, cada vez que completamos ese adverbio, "para", somos un poco menos ignorantes de nosotros mismos; es decir, somos un poco más felices.

I.P.


   Imaginación: Dícese de la facultad especial que tiene el hombre que, en el pájaro, se llaman alas.

Irma P.

CONTENTAMIENTO


Ahora soy yo quien sale de atrás
de la cortina de humo,
me toca a mí dejarme ver,
salir por encima de todo lo altivo y lo esquivo
tengo el color de todas las flores y
cubierta estoy con sus aromas
ahora soy yo la más alta,
la más extensa,
a las penas despido y al miedo invalido
lleno y reboso calles, pechos,
rincones, papeles, rostros,
el espacio de una sola silla,
la hora turbia,
el mudo vacío
¡denme la coordenada que yo llego!
que tengo ganas de ser frazada,
globo al vuelo, menta fresca,
red, hombro, puerta abierta,
música dentro el cuerpo
y, fuera de él ¡canto!
ahora soy yo quien habla,
con mi boca de sol
derrito nubarrones
y enciendo antorchas con
mis ojos de luna
estoy lista,
contenta, atenta,
preciosa, ávida;
sólo falta que alguien respire y diga mi nombre:
¡A l e g r í a!

Irma PÉREZ

(Ilustracion, Peijin´s art)


La Pillis Poetuits


 

 Si no queremos bonito al Ser único que somos, terminaremos siendo como esos bajitos de estima que se la pasan mirándose en su propio reflejo de agua para no sentirse solos, para no verse solos, para no saberse solos. Como "los Narcisos", confundidos ególatras por castigo -pobres al fin- siempre necesitando en exceso para poder sobrevivir la profunda soledad que les habita, por la absoluta desproporción del amor que carecen.

IRMA P.


jueves, 21 de octubre de 2021

Déjenme con mi locura

intentaré no molestar a nadie,
me apartaré cuando me cruja la tristeza
porque eso es aviso de inundación y derrumbe,
una movida que siempre
me deja del lado más pálido hacia el sol

también lo haré
cuando suelte la risa de golpe

no adivino lo que me revienta por dentro
cuando la empatía me aprieta el humor

esto es bastante exagerado
pero así es,
como la solidez de una milenaria pirámide,
como la inestabilidad del péndulo,
como la intensa vibración de un súbito impacto,
como el vacío en el estómago de una mariposa

déjenme con mi locura,
que a mí lo que me molesta,
es "mejorar".

IRMA P.



PARECIDOS


No soy distinta a ti, mujer;
me duelen igual tus esguinces y tus heridas,
la torcedura de la certeza y todas sus dudas

del inflamado miedo, sufro toda su fiebre,
de la enconada mentira, toda su pestilente pus

huyo de la rapacidad del egoísmo
aunque a vecesme alcanza
e igual, me cobra

no soy distinta a ti, mujer,
estoy de tu lado,
al lado tuyo,
enfrente de tí por si caes de bruces;
atrás, como sombra redonda y móvil

tengo la piel delgada debajo de los ojos,
encima de las manos y del sentir;
me levanto por un sueño
y me acuesto a soñarlo

como tú, sé del salto al vacío,
a la cama, llena de cansancio;
estamos en lo convexo y en
lo cóncavo del amor

somos la boca para la palabra,
el beso,
la oración

la mano trabajadora,
la tierna,
la empuñada

no soy distinta a ti, mujer,
ni al hombre que
me lee ahora y pasa saliva

él, que ha de parir su propia vida
-a diario-
como tú,
como yo,
y se verá en mí y yo en él;
se reconocerá en las similitudes
y se conocerá en las diferencias;
en este poema sin género ni genialidad,
tan lleno,
sólo,
de parecidos.



 Realidad: Dícese de todo lo que es y está, todo lo que vemos con los ojos cerrados y con ellos abiertos, todo lo que hay, propio y ajeno, cerca o lejos, verdad o mentira, malo o bueno, nos guste o no.

I.P.

NOMBRES

 Hay nombres propios

que son referentes
de deseo de olvido,
que son sensación de
sabor metálico,
textura de pavimento,
caminos empañados como
espejo de ególatra,
callejones estrechos
atorados en su arrogancia,
trágicos símbolos del amor ausente y,
como las calles de una sola vía,
"finitos", prematuramente,
a mitad de esa palabra.
Pero hay otros nombres,
en cambio, que son
cascabel alegre en los tobillos,
letrero de neón en la garganta de la noche,
banda sonora de un momento sin cicatriz,
merengue dulce en
la boca salada,
apodos y apelativos que evocarlos o pronunciarlos
son garantía de
equivalencia y reciprocidad,
la confirmación confiable y plena
de que siempre que
se traen a la memoria
o se nombran,
se llega a casa..., a casa.

IRMA P.


miércoles, 20 de octubre de 2021

SENSACIÓN

Aveces,

cuando camino la desconocida calle,

cuando me encuentro en las vitrinas
o en las ondas de algún charco,
en los ojos de un retrovisor
o en la tapita del labial que uso

cuando la multitud que me rodea
se atora en los ascensores,
en las puertas giratorias,
en los semáforos en verde y
cuando espero
el paso,
el turno,
la hora,
el timbre o la moneda

cuando preparó el café,
cuando me cuelgo el bolso,
cuando escribo mi firma en
la hoja del día o, del poema

a veces
-cuando todo eso-
tengo esa sensación
recurrente,
pasmosa,
sublime como lágrima espiral y silenciosa,
de una caricia profunda en mi pelo,
de un roce acentuado en la mano,
de una sombra a la izquierda o,
a la derecha, un abrazo,
de un místico beso
casi húmedo,
casi cálido,
casi intenso,
en todo el centro
de mi soledad absoluta.


 


HOGAR


La oscuridad es relativa:
anoche se fue la luz,
cero por ciento de luz
de ayer a hoy
después de unas risas en mi cama,
anoche,
todos nos dormimos
con el corazón lleno de sol.

IRMA P.

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.