Abusa, lo extraño de este tiempo,
de nuestra voluntad y destino
tan a la deriva
de nuestra voluntad y destino
tan a la deriva
los caprichos de la incertidumbre
han anestesiado el paladar
de los sueños
sin dejar rastro de sabor en la lengua de este día
que va pasando ya
delgadísimo y corto
por el ojo de la aguja que
cose la perplejidad
este tiempo,
arbitrario y contradictorio,
ni siquiera pasa lento
como sucede cuando los
amantes se esperan
o los niños esperan
o nos esperamos tú y yo
abusa, lo extraño de este tiempo,
del tiempo presente que no
avanza a ritmo de alta ola
pero tampoco, de ola en calma,
se excede con cierta crueldad
desde donde nos mira mudar de piel y
cambiar de domicilio, de atuendos,
correr en pistas y en tareas simultáneas,
aprisa moler las horas y el hueso de la paciencia
todos los días nos ve prender y
apagar las luces del pensamiento,
del ánimo, de la casa
y a nosotros, a ti y a mí,
aguantar el desvanecimiento en
la memoria del extrañadísimo
abrazo nuestro,
antes de que, como él,
empiece a parecernos extraño.