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sábado, 7 de febrero de 2015
La realidad es que hay que aceptar que no somos felices, que la felicidad consiste en perder el miedo a no serlo, en dejar de condicionarla y fragmentarla, en no ubicarla en otros y afuera, en acceder a su brevedad recordando que tambien con ella, todo en exceso es malo, en perdonar la nalgada y todo lo que vino, como ella, con la intención de despertarnos, despues de haber nacido.
La realidad es que hay que aceptar que no somos felices, porque no creemos que la vida sea el yogur, y si la bacteria.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2015
La realidad es que hay que aceptar que no somos felices, porque no creemos que la vida sea el yogur, y si la bacteria.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2015
Y pensar que hay gente que cree
que nada es gratis en esta vida
que todo todo se compra o se vende
porque si no, no vale nada,
que cuenta todo
como si eso mismo le faltara
que asi como cualquier amanecer
da por hecho el oficio de escribir
y el leer lo considera
una abundancia innecesaria.
Dígame usted
cuánto cree que vale una respuesta
una receta
un concierto
la imagen de la vida
volar
enamorarse
o, no menos quizá
este poema que le ha llegado latiendo
y sin animo de lucro.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2015
que nada es gratis en esta vida
que todo todo se compra o se vende
porque si no, no vale nada,
que cuenta todo
como si eso mismo le faltara
que asi como cualquier amanecer
da por hecho el oficio de escribir
y el leer lo considera
una abundancia innecesaria.
Dígame usted
cuánto cree que vale una respuesta
una receta
un concierto
la imagen de la vida
volar
enamorarse
o, no menos quizá
este poema que le ha llegado latiendo
y sin animo de lucro.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2015
Poema, A VECES ÉL
A VECES ĖL
A veces él me sucedía
como suerte loca,
a veces él me rodeaba con un brazo,
me ponía nombres,
gorros,
A veces él me sucedía
como suerte loca,
a veces él me rodeaba con un brazo,
me ponía nombres,
gorros,
la mesa
a veces él,
me dormía solo estando,
me cantaba,
me bailaba,
me veía,
me esperaba en su tiempo,
y su tiempo me daba
y todo eso,
él, a veces,
como hacen las personas
que te quieren mucho,
mucho,
siempre.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
a veces él,
me dormía solo estando,
me cantaba,
me bailaba,
me veía,
me esperaba en su tiempo,
y su tiempo me daba
y todo eso,
él, a veces,
como hacen las personas
que te quieren mucho,
mucho,
siempre.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
La tarde se puso su traje de agua
se sonríe y alborota su pelo, lo suelta
delgada y pálida
se entrega a su épico momento,
descalza
pisa los horizontes que arden
mientras se ve desaparecer
en los bordes temblorosos
de las pupilas y las gotas,
evaporada ya
soñadora aún
cambia su ajuar por luciérnagas
y cristales de fuego,
luego, se desvanece desnuda
sobre las sábanas húmedas
de un día despreciado.
La tarde llora,
su traje de agua
es un sueño
colgado en el ropero de un cielo
propiedad del sol.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2015
se sonríe y alborota su pelo, lo suelta
delgada y pálida
se entrega a su épico momento,
descalza
pisa los horizontes que arden
mientras se ve desaparecer
en los bordes temblorosos
de las pupilas y las gotas,
evaporada ya
soñadora aún
cambia su ajuar por luciérnagas
y cristales de fuego,
luego, se desvanece desnuda
sobre las sábanas húmedas
de un día despreciado.
La tarde llora,
su traje de agua
es un sueño
colgado en el ropero de un cielo
propiedad del sol.
IRMA PEREZ, La Pillis - 2015
El enamoramiento
es un estado
máximo de felicidad,
un estado al que
una vez conocido
siempre se quiere
regresar
y quedarse en él.
Ser feliz es un logro
del amor activo,
la consecuencia
de reconocerlo
en todas las cosas
en todo deseo,
en cada momento
que se recibe
devuelto.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
es un estado
máximo de felicidad,
un estado al que
una vez conocido
siempre se quiere
regresar
y quedarse en él.
Ser feliz es un logro
del amor activo,
la consecuencia
de reconocerlo
en todas las cosas
en todo deseo,
en cada momento
que se recibe
devuelto.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
LOS MÁS RAROS
De todos,
de la especie,
los más raros,
los poetas.
Se extinguen camuflados en la masa
que reza lo habitual,
en lo insólito se miran aburridos
y no tienen imaginarios
porque viven húmedos y revolcados
en el lomo de la demencia
de una ola.
Su rareza es esa,
ni fealdad,
ni belleza;
en neutro el ojo,
el viernes, abril;
quietos en el cruce de los partidos,
nunca, en la fugacidad de una estrella.
Les urge no hablar,
su mano es su lengua
y con ella denuncian,
confiesan,
lamen la mejilla del ahora,
agotan el zumo amargo del vidrio de una lagrima
y, raro, asi viven,
de la especie,
los más raros,
los poetas.
Se extinguen camuflados en la masa
que reza lo habitual,
en lo insólito se miran aburridos
y no tienen imaginarios
porque viven húmedos y revolcados
en el lomo de la demencia
de una ola.
Su rareza es esa,
ni fealdad,
ni belleza;
en neutro el ojo,
el viernes, abril;
quietos en el cruce de los partidos,
nunca, en la fugacidad de una estrella.
Les urge no hablar,
su mano es su lengua
y con ella denuncian,
confiesan,
lamen la mejilla del ahora,
agotan el zumo amargo del vidrio de una lagrima
y, raro, asi viven,
los poetas,
masticando la soledad
de una sociedad sosa de amor.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
masticando la soledad
de una sociedad sosa de amor.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
Querida Poesía,
no puedes negarme
que tu salida de puntillas para no despertarme
te funcionó perfectamente.
Y no es que apenas ahora te haya echado de menos,
llevo días esperándote en la ventana
por donde siempre te veo venir,
entra por allí el viento helado barnizando los metales
y la madera en donde pico la cebolla,
entra incluso
el polvillo que levantan dos pies que andan con pereza,
también se filtra algún aroma
desprendido de los verdes y los marrones
y alcanzan a perfumarme
o a erizarme la piel
como un delicioso "deja vú"
y aun así, ni siquiera
te percibo cerca.
No puedo creerlo,
a veces me aturde la duda
cuando a media noche
como un sueño surrealista
apareces tibia en alguna frase
susurrada por un eco noctambulo,
pero a la mañana siguiente
nada se parece a un verso, a un poema
y entonces
el techo de mi habitación
declara un día más
de blanco el papel
vacío de ti
olvidado de ti
y de todo lo que pudieras decir
si tan sólo regresarás
y me lo pidieras.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
no puedes negarme
que tu salida de puntillas para no despertarme
te funcionó perfectamente.
Y no es que apenas ahora te haya echado de menos,
llevo días esperándote en la ventana
por donde siempre te veo venir,
entra por allí el viento helado barnizando los metales
y la madera en donde pico la cebolla,
entra incluso
el polvillo que levantan dos pies que andan con pereza,
también se filtra algún aroma
desprendido de los verdes y los marrones
y alcanzan a perfumarme
o a erizarme la piel
como un delicioso "deja vú"
y aun así, ni siquiera
te percibo cerca.
No puedo creerlo,
a veces me aturde la duda
cuando a media noche
como un sueño surrealista
apareces tibia en alguna frase
susurrada por un eco noctambulo,
pero a la mañana siguiente
nada se parece a un verso, a un poema
y entonces
el techo de mi habitación
declara un día más
de blanco el papel
vacío de ti
olvidado de ti
y de todo lo que pudieras decir
si tan sólo regresarás
y me lo pidieras.
IRMA PÉREZ, La Pillis - 2015
Hay pensamientos que no tienen palabras
créanme,
las he buscado como aguda brújula
subida en los hombros
de un satélite empinado.
Creí que estarían por arriba
asi que me lancé en paracaídas
desde el tejado del cielo,
¿yo? ¡yo!
yo que esquivo hasta al indefenso andén,
tambien pensé que estarían por abajo
y levanté algunos troncos y algunas rocas
arrancándoles con todo y su antiguedad
por si acaso se tratara de esas trampas
en donde a veces suelen caer los inocentes.
Pero nada.
Entonces, empecé a dudar del caos
y las busqué en el orden de las cosas
y fue allí en donde encontré
al pensamiento con su visible joroba
y su mirada inamovible
sin principio ni final.
Las consonantes deambulaban
dementes y ciegas
y a las vocales gesticulaban
súplicas, angustia, negación
discimulados gestos en afonía, en agonía.
Entonces entendí porqué hay pensamientos
que no tienen palabras
que no logran decir nada
que entierran al vocero y al poeta
que son apenas garabatos atrapados
tras el espejismo de una aminalada puerta
que le teme a sí misma
y a su llave mas honesta.
IRMA PÉREZ, La Pillis
créanme,
las he buscado como aguda brújula
subida en los hombros
de un satélite empinado.
Creí que estarían por arriba
asi que me lancé en paracaídas
desde el tejado del cielo,
¿yo? ¡yo!
yo que esquivo hasta al indefenso andén,
tambien pensé que estarían por abajo
y levanté algunos troncos y algunas rocas
arrancándoles con todo y su antiguedad
por si acaso se tratara de esas trampas
en donde a veces suelen caer los inocentes.
Pero nada.
Entonces, empecé a dudar del caos
y las busqué en el orden de las cosas
y fue allí en donde encontré
al pensamiento con su visible joroba
y su mirada inamovible
sin principio ni final.
Las consonantes deambulaban
dementes y ciegas
y a las vocales gesticulaban
súplicas, angustia, negación
discimulados gestos en afonía, en agonía.
Entonces entendí porqué hay pensamientos
que no tienen palabras
que no logran decir nada
que entierran al vocero y al poeta
que son apenas garabatos atrapados
tras el espejismo de una aminalada puerta
que le teme a sí misma
y a su llave mas honesta.
IRMA PÉREZ, La Pillis
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En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.