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lunes, 31 de mayo de 2021

 El mundo y sus munditos,

esos pequeños círculos
en donde siempre reina
un rey sin reina,
y una reina sin rey
munditos como puntos negros
de un cielo nocturno,
que riñen por el brillo y el
protagonismo
tras máscaras que se amoldan
según la mentira
o la vanidad más viral
el mundo fue lo que cayó
de las manos de ese Newton
que quiso saber, qué quedaría útil
luego de aquel vertical suelazo
pero, por más mejorado
el génesis o que las manzanas
dieran su dulzura y su belleza,
el mundo siempre ha
descuartizado sus bendiciones
caída y pecado
son los reconocidos gusanos,
culpables de la desintegración
del mundo,
creencia justificada y precedida ahora,
por esos munditos en cabeza
de una sola mujer
o de un sólo hombre que,
como reyes ególatras
con tendencia al engaño,
van disparados hacia un agujero negro
y en sentido contrario
a nuestro único y absoluto
lugar de origen.
Irma Pérez


viernes, 28 de mayo de 2021

INFATIGABLE

 


Nada más tengo que correr,
yo sólo obedezco a la voz que conozco
y a la ofrenda recibida
-sin mérito aún-
que es un mensaje de amor por entregar
convencida de mi vacío sin futuro ¡corro!
tengo las manos
llenas de flores que corren conmigo
ansiosas de agua, como yo
corro, pero no sé hacia dónde,
corro a tientas sin ruta
ni horizonte visible
al trote vivo,
ignorando mi cuerpo,
su fiebre,
sus heridas
corro silenciosa o rabiosa pero desapercibida,
apenas vista por el impredecible rayo
voy corriendo lejana,
fugaz como una nube en verano,
inquieta como una sombra de palma,
decidida como una flecha disparada
voy impar,
inhalo mil veces
y mil veces aprieto esos tallos
no he de soltar mis flores
por ningún calambre o
preaviso de muerte,
ellas vienen conmigo
y yo con ellas,
corren conmigo
sin renuncia,
sin queja
como mi amor
¡infatigable! hacia ti.

_Irma Pérez







 Todo en esta vida tiene dos lados, y en el espectro de los asuntos sociales a veces se debe escoger "quedarse a vivir" en/con alguno de ellos. Ver ambos lados con legítima apertura, previa y claramente, es la cualidad de quien comprende que, para hacer un círculo alrededor de lo que ama y abrazarlo sin ningún temor ni reserva, es necesario conocerlo y "andar a pie" a lo largo de toda su circunferencia. Como quien te elige por encima de otrxs, que sabrás que es por auténtico amor, cuando te haya visto en toda tu completitud y toda tu complejidad, de lado a lado incluyendo tus sombras y tus bordes.

Todo en esta vida tiene dos lados, repito; por eso es que, de las visiones unilaterales -por lo general las más radicales- hay que dudar y abstenerse; éstas siempre terminan invalidándose a sí mismas.
I.P.





 

 La verdad es como el agua: siempre buscará por donde salir; y saldrá.

I.P.



 

Tú eres tú y yo soy yo. Yo soy yo y tú eres tú. Competir, invalida esa libertad.

La intención de competir contra el otro es una trampa de la autoestima, un distractor que con sus artimañas nos aleja del verdadero potencial que todos tenemos, truncando así, la realización de la misión de cada uno, y a la misión misma.
I.P.

martes, 18 de mayo de 2021

 Cuando no sientas,

cuando no sepas,
cuando no veas
en medio de la elástica incertidumbre, del aguante;
en la hora de las feroces palpitaciones, del sudor en pleno helaje;
en presencia del perdón ausente, del crugir del miedo;
en tiempos de luto por los días
que no amanecen;
en los callejones destemplados de tu voz,
del otro silencio;
en la mirada que te debe la ternura, en la que tú debes;
en lo tortuoso de la ambivalencia infinita, de la frenética duda
mientras pasa el grito y sus
cascabeles,
mientras se retira la ola muerta,
mientras llueve adentro,
mientras se dilata el ojo de la espera,
mientras averiguas dónde has estado
cuando la amistad te falte o
se te suelte esa costura;
cuando la sangre se ponga pálida y espesa;
cuando voz y bomba sean lo mismo y
el ruido te quiebre los huesos y las ganas;
cuando se te caiga la frente, los hombros, la densa lágrima;
cuando la ilusión sea una ilusion;
cuando te olvides de respirar, cuando eso quieras;
cuando ya no seas más alegre o la alegría no te importe;
cuando miedo, rabia y locura
habiten el cuarto de tu casa y tu sonrisa;
cuando no te amen desde
la altura de tu amor;
cuando la soledad haga nudos alrededor de tu pecho
cuando te pierdas,
cuando te aburras,
cuando te canses,
cuando todo eso,
¡ve al arte!, ve al arte
y no regreses de allí.

Irma Pérez



 Claro que es bastante preocupante acomodarse a este mundo, conformarse con el habitual malestar diario tras el titular de turno pues, ya se sabe que luego, lo que sea, se minimiza con pildoritas de colores y otros guiños solapados de la bufonada mediática. Nada raro sería ya que, por pura costumbre, se haya quedado anestesiada la conmiseración o que haya crecido desproporcionadamente un callo sobre el callo de la desidia, de tanto usarla. Nada raro.

¿No será esta es la verdadera pandemia?, me pregunto, y en seguida me contesto: Esta es, la que al final nos matará a todos con todo y el último palito. Y no la actual, para la que sí se pensó en vacuna; en algo se pensó. Sí, esta es la virulenta que, de lenta, nada; la más contagiosa, la más cruel, la más letal enfermedad de la humanidad lejos del cáncer. Pero la humanidad está acomodada y conforme, adaptada al malestar del ojo y del estómago; ajustada a su suerte y a sus cifras de muertes; acostumbrada a una realidad degenerada en sus conceptos, deformada en sus preceptos, sin ápice de alegría ni de Amor. ¿Amor? Amor. "Amor", van y buscan la palabra en el diccionario porque, aunque no se crea, muchos no saben qué es, no le conocen. Igual, luego no la acuñan o la acogen en sus vidas porque hay gente vieja desde los siete años que siendo adultos no tienen recuerdos de haber estrenado alguna juventud. Eso es desamor, ¿sabe?, la ausencia absoluta de amor.
Así las cosas, difícil está que este mundo se dé cuenta de la piedad que se debe a sí mismo por el abandono y el inminente desahucio; que se dé cuenta de lo enfermo que está, y de que para recuperar su salud necesitará un contundente bofetón en la conciencia; o tal vez, una trompada inesperada y certera al equilibrio de su insensatez o bien, un derechazo que le dé un giro completo a su voluntad, a su estupida visión empotrada en el egoísmo. O tal vez, un fin.
I.P.




 Eso de creer que, "el que peca y reza, empata", es el argumento particular del egoísta-tramposo, en el que jamás se debe confiar.

Irma P.

COLIBRÍES PARA USTED


Usted no imagina con
la urgencia que le escribo
las cosas que vienen a mi mente,
ellas pican mi imaginación,
dejan la impronta y salen corriendo
como si la palabra fuera un colibrí y
como si el colibrí fuera un invento mío
usted no sospecha de qué va esto,
saber que le escribo con la prisa
de un fogonazo sentimental
sobre esa cosa o esa palabra que siempre
quiero inmortalizar
cada vez que usted viene a mi mente
usted no sabe de la magia que
hago
para llevarle el colibrí en este poema,
ni tampoco del milagro que
sucede
cuando atrapo esas letras que
han de libar sus ojos
como lo hace mi mente
cuando me viene usted
ahora lo sabe,
era urgente,
yo soy la palabra,
usted es mi flor.

Irma Pérez

 La VIOLENCIA es la hija amada de la IGNORANCIA, y el RESENTIMIENTO es su hijo adorado. Esta es la familia del ODIO, sagrado abuelo del mal-parido o la mal-parida cuya herencia es la eterna DESGRACIA de su casa y de su descendencia. Viven dentro de las sociedades del mundo, algunos creyéndose madres o padres de causas y luchas administradas por una fraternidad de acosadores y hostiles, fanáticos de sí mismos. Son del MAL su orgulloso clan de hacedores e intercesores; del BIEN, son sus más rotundos despreciables extranjeros y la perpetua vergüenza de una raza enferma que lo confunde y lo extingue. Salen en televisión todos los días; los medios caen expreso en la noticia que les nombra y ésta festeja su propósito y protagonismo.

Ayer, por ejemplo, esa parentela gritaba su CÓLERA y lanzaba su IRA. La TRISTEZA, atónita, lamentaba la deformación del género y la victoria del MIEDO sobre el descontrol. El AMOR, por supuesto, el no invitado de siempre, apenado por la oportunidad perdida.
La VIOLENCIA, obesa, obsesa. Los DERECHOS HUMANOS, más olvidados que nunca.
I.P.

UN POEMA POEMA


Siempre ha habido
un poema escudo,
un poema agua,
un poema verde,
un poema boya,
un poema aceite,
un poema roca,
un poema hermano,
un poema pan,
un poema madre,
un poema abrigo,
un poema faro,
un poema novio,
un poema nido,
un poema sombra,
un poema oasis
la poesía siempre es el amor
encargándose de todo.

Irma Pérez


 Qué son las palabras, si no el significado y la intención que les pongas. Pero hablar de significado e intenciones es como hablar de la cantidad de arena que hay en el mar. Por eso, una sola palabra -la misma- puede ser paisaje o agujero negro, guerra o paz; básicamente, la demostración de lo que se ha vivido, de lo que se conoce, la delicadísima interpretación en la cual tu genuino sentir, hace la diferencia.

I.P.


lunes, 10 de mayo de 2021

TÚ, ¿QUÉ CANTAS?


Tu corazón
sentirá la emoción
que dirigirá tu intención,
cuando en la acción,
hayas de cantar la canción que te sabes

Tu razón
será el dragón que
en cualquier situación,
ahuyentará la pasión
que nuble tu visión,
cuando en la decisión,
hayan de escucharte cantar

Al final, para toda ocasión,
en la reunión o desvinculación
del corazón y la razón,
siempre serás la memoria
de tu canción de cuna.

I.P.



sábado, 8 de mayo de 2021

 


Es por donde se quiebra la razón
por donde se astillan las respuestas  

no se atina a la verdad
cuando la boca es dura como el cráneo
 
todo debería ser
como la humilde sabiduría del bambú:
una curva,
una reverencia,
una pestaña,
la voluntad arqueada sin intención de duelo,
sin cansancio,
sin preguntas; 
un corazón sin soplo.

 

Irma P.

 


 
 

IMPERDONABLE

 


Cosas imperdonables están sucediendo,

cosas que pasan desapercibidas,

invisibles,

torpemente aceptables


como el tiempo de ayer

y el minuto anterior 


como la última vez que se sabe de alguien

y la primera en que nos dio su abrazo


como la transición de las estaciones

y la dolorosa muda de piel de la tierra


como el fin del romanticismo

y el placer de jugar cualquier cosa


como la costumbre del hambre ajena

y la complicidad con la gula


como las ilusiones falsas 

y las mentiras cultivadas


como la ronquera de los pájaros

y la tos del mar


como el brillo hipócrita de lo aparente

y lo convincente de su sonrisa


como lo que omitimos por egoístas

y lo que acusamos por ignorantes;


cosas imperdonables están sucediendo,

cosas que han pasado desapercibidas,

invisibles,

torpemente aceptables


como el paso del amor,

y de todo el amor.


IRMA PÉREZ




viernes, 7 de mayo de 2021

INSTRUMENTO DE GUERRA

 

Como si tú pudieras ser el arma
que termine con la guerra,
se me ocurre convocarte en medio 
de este ruido insoportable


¡música, querida música!
suena, suena alto,
retumba desde los parlantes del cielo
reúne a tu orquesta a lo largo del planeta
y cae sobre nosotros
como bombazo fulminante,
revienta los tímpanos para
no escuchar otra cosa

ciérranos los ojos y oblíganos
a mirar hacia adentro,
a cerrar la boca para
no hablar,
no predicar,
¡no pregonar nada!

que todo se zarandee para
que se caiga todo lo que esté suelto,
y se suelte, todo lo que tiene
que caer por exceso de peso

¡música, querida música!
manifiesta tu potencia,
tu influencia,
el poder de tu efecto

enciéndete y alborota a los dioses de
otros dioses dormidos,
despiértale a todos con un agudo de cigarra
y señálales en rojo el saldo de la vergüenza,
el de los sueños pendientes y
las promesas sin cumplir

revienta las cuerdas de los violines
con el énfasis de un suplicio y luego, 
rómpele el cuero al tambor
con el mismo de la mano 
que sin descanso lo golpea

pídele al bandoneón
que afine su voz
y, en un gemido largo, 
que libere los tonos que sollozan
desde la entraña de su fuelle,
aquel que, llorando su nostalgia
decanta toda la tristeza desbordada del mundo

¡música, querida música!
como si tú pudieras,
tú, amiga del amor y enemiga de la guerra
¡suena!
rompe todos los cristales,
la obscenidad del ruido que, ahora mismo,
nos urge exagerar
en el vulnerado deseo de vivir en paz.

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.