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domingo, 6 de agosto de 2017

STARLA MICHELLE


Vivir con el asombro de un niño,,
ser novato y no importar,
estar dentro y fuera de la sorpresa,
creer para hacer posible,
hacer posible la maravilla de todo

así,
¡como descubriendo el fuego!

IRMA PEREZ, La Pillis - 2016
Estoy aquí para defender el amor y el romanticismo; en seguida, para destronar la bestialidad de creer que ambas cosas deben desaparecer del mundo.

IRMA PEREZ, La Pillis 

Me estrené un poema hace un año,
hoy me lo pongo otra vez y me siento
espectacular, regia.
Sin mirarme en el espejo 
sé cuánto me gusta,
que me ajusta y no me aprieta,
que como la primera vez
desde que empezó a
caer sobre mi cuerpo,
fueron apareciendo las texturas de
mis vergüenzas
y me erguí conocida y cómoda.
Este poema que parece de lino
me enciende luces sobre una pasarela
sin más público que mis ojos,
y sus pliegues se abren conmigo
como vuelos y como aplausos.
Me gustaría usarlo a diario y lucir
la costura de sus estrofas que son
la floristería de los jardines de Versalles
pero, sé que no todos los días
-tras la única ventana del alma-
las bellezas de la primavera
están de moda.


IRMA PÉREZ, La Pillis - 2016
Esto de escribir cosas desde la emoción o la visión particular, por más sencillo el lenguaje, siempre corre el riesgo de no ser entendido y por tanto, que pase desapercibido; incluso, que no guste para nada y en consecuencia, se pierda el sentido y, lo más valioso del asunto: gratificar al lector o, lo que es peor, al lector mismo. Sin embargo, se aprende con el tiempo que este oficio es así: A veces, de mucho a pocos y a poco; como el grifo, que una vez abierto, es chorro o es gota o, es nada. Todo depende de la mano, no del agua, puesto que ésta, está.
Es posible que uno se equivoque de lugar, de tiempo, de escenario; que no existan condiciones para reunir un par de ojos alrededor de un texto. Latinoamerica tiene una historia vergonzosa que contar al respecto, que trata de un legado vacío y una herencia muy pobre, en cuanto al alcance de medios, y cri-te-rios, para priorizar la educación e incentivar el provecho y la producción de los recursos literarios. Hay otras culturas, en cambio, que aprendieron a leer y a escribir para escribir y leer; que siempre encontraron un cuento en su caja de juguetes y luego, un libro en su mesita de noche; más tarde, no les fue posible concebir la vida sin ese habitual y concebido placer. Sin embargo, allí también se generalizaron otros poderes que han mantenido al margen a la civilización de la buena ventura.
No sè, es posible que también todo sea cosa de un ritmo oculto, de una melodía cuya sonoridad puede aturdir a unos o embelesar a otros o simplemente, no ser escuchada por nadie.
Como todo, relativo; cada quien sabrá cómo llenar su canasta de lo que más le gusta comer.

Uno es tan
frágil
volátil
intenso
pálido 
bueno
no tan bueno
cálido
no tan cálido
cera
pabilo
luz
química
un soplo, y ardes
uno sólo, y te haces humo
uno es
exactamente
la definición de lo efímero
el tiempo que le den las manos 
a una vela.

IRMA PÉREZ, La Pillis - 2017
DE REDES SOCIALES
En la misma lengua, y no nos entendemos. Lo extraordinario sería, que nos encontráramos en el espasmo de las diferencias.
IRMA PÉREZ, La Pillis

Hay palabras de todo tipo y de todo origen y, de alguna manera, en tantas ocasiones, las asumimos sin derecho de autoría y reconocimiento. Así, hay palabras que son amores, grandes favores y verdades que lo mínimo que esperan -si acaso esperan algo-, es la mención del nombre de quien las ha reunido y las ha hecho libres para el bien y/o el placer de otros.

IRMA PÉREZ, La Pillis 




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Ahora, vaya a su computadora, móvil, tableta ordenador, etc. y, haga lo mismo.

I.P.
Somos muy distintos cada vez que
un segundo pasa
y taja el lápiz por lo gastado
somos muy distintos
y quiero decir, tú y yo
y quiero decir, todo y todos
distinto el pulso de tu risa
distinto el borde de tu imaginación
distinto el color de tu sed
distinto el ruido de tu silencio
somos tan distintos
desde el trazo que dejó el talón
hasta el horizonte que aún no se dibuja
tan diferente el tic tac del deseo
y la danza que alista el lápiz en la mano
la mano
que, tras aparentes coincidencias,
en este poema
sólo habla del imposible parecido
que tiene un jardín
y otro jardín
con otro.

IRMA PÉREZ, La Pillis - 2016
Hay desplazamientos que no tienen retorno
pero también hay inevitables rotundos regresos
la casa, es el lugar donde amanece
aunque en la noche 
la resistente nostalgia
nos tiente a correr los mapas en reversa
lo real es la raíz
la diferencia es la raíz
la distancia es la raíz
lo nuestro, es decir
lo tuyo y lo mío, es la raíz
la raíz, que es
ni más ni menos
la voluntad alcanzándose
no se mueren los pies que cambian de suelo
se muere la raíz
que no camina
que no se estira
que queda atrapada
-con todo y su mirada-
en las ruinas de una casa cuyo sol
siempre sale por detrás de sus ojos.

IRMA PÉREZ, La Pillis - 2017
ELENA CHECCHI 


Uno es gota de su océano
allí en sus playas y aquí
en la otra orilla.
Uno es sal de su mar
geografía
lenguaje
latido
continuidad de las olas
que celebran su espuma.

IRMA PÉREZ, La Pillis
Aprender a manejar una nueva herramienta, requiere de tiempo, disposición, entrega y concentración; de todo el temple de la paciencia y de todo el posible desgaste de la voluntad cuando no se acierta. Aguantar ampollas, heridas, calambres, conocer dolores nuevos, probar, probarse, aceptar que no se puede tirar al piso, soltarla, abandonarla ni remplazarla. Asi pues, en el proceso del aprendizaje de esa herramienta, facilita entender que, para poder seguir avanzando y continuar, habría que llegar primero a la compresión -con ella en la mano- de para qué es que se nos ha dado ESA, exclusivamente, y no otra.
IRMA PÉREZ, La Pillis 


JACK VETTRIANO


LA QUINTAESENCIA


Todo es una frivolidad
en este castillo de ojos vidriosos;

tras el gran portón 
las manos golpean sus nudillos
queriendo pertenecer a ese claustro
con servicios y sacrificios
y otras formas de esclavitud nada virtual.


Las torres parecen miembros erectos
excitados en sus estratégicas esquinas
avivando una multitud que se pelea el protagonismo
de ser parte de la recámara de un rey que babea.


Todo es una farsa que gozan narcisos y bufones,
todo funciona como reloj en reversa
como espejo de doble fondo
y la felicidad alcanza tan poca altura
que el conformista la goza arrastrando su frente
seguida del dominio absoluto de sus genitales.


El portón yace tumbado tras la estampida;
afuera ha quedado la minoría

¡la quintaesencia!

los originales
los sabios emigrantes de cuatro patas
los liberados del hartazgo, de disfraces, de apegos
los girasoles de Van Gogh
la voz del río
las palabras de Krishnamurti
Obviblion de Piazzola y,
con más fortuna
los ojos que hayan visto este texto
como un clarísimo poema de amor.

IRMA PÉREZ, La Pillis
Se desahoga el cielo
soltándose contra el techo del mundo,
golpea mi ventana con sus nudillos de hielo, 
pica al silencio;
insiste rabioso descolgándose 
por las paredes y los cristales,
se escurren sus lágrimas por 
las mejillas de una avenida sin luz,
ruge su soledad queriendo 
despertar a las piedras y al verano,
llora a goterones bajo los puentes sin agua,
los llena,
gotea su amargura, 
no cesa,
falta todavía para la última gota,
d
e
c
a
n
t
a
se desahoga el cielo

amanecerá,
limpio,
ligero,
lustrado

y nosotros,
sin llovernos nada.

IRMA PÉREZ



Dibuja un puente,
ponte allí y, a mí, a tu lado

estamos pasando;
junto, van ellos,
ahora, todos pasamos

el paso,
corto o largo,
lento o apurado,
a ras del piso o a modo de vuelo,
todo es minucia,
decorado,
meros distractores del "mientras"

dibuja un puente para
vernos a todos,
traza un arco,
¡eso somos!
de principio a fin, una línea curva,
desde el final al inicio
historia,
camino,
huella,
Jesús,
pato,
indio,
loca,
árbol,
Hitler,
libélula

tu abuelo,
mi madre

portero,
abeja,
poeta,
Freud,
tamarindo,
puta,
orquídea;
todos pasamos

como el artista de turno,
como el cantante y la canción de moda que,
-origen y ejemplo de este poema- 
como todos, es causa de alergias o de cosquillas;
uno más, victima del devorador odio,
otro más, ídolo de un público victimario

dibuja un puente,
ubica en un tramo de la curva a tu artista,
a tu ídolo,
aquella melodía que te sonó y, sonó

ponlo ahí,
entre tus cejas,
no antes, en el imprevisible ascenso,
ni después, en el absoluto olvido.

IRMA PÉREZ, La Pillis
El día estira sus brazos
y bosteza con ganas
para que lo vea
yo me visto de azules y amarillos
y salgo dejando las nubes
en el congelador
el día se levanta decidido
desayuna cereales y frutas
quiere ir afuera
broncearse un poco
sabe que lo espero
y nos encontramos
en la calle de los ojos claros
me toma de la mano
caminamos
c a m i n a m o s
por el camino del tiempo
que, va siendo
mientras, lo vamos haciendo.



IRMA PÉREZ, La Pillis
No aspiro a la cordura, puesto que fue allí
desde donde se lanzó la razón para callarme

no quiero del agua, el silencio;
ni de la tierra, su boca contenida

tengo la noche entre letra y letra,
tengo un montón de luces quebradas, 
tengo la sensatez a media gana
y algunas ilusiones de luto

pero tengo también una ventana,
una ventana cruzada de amarillo luna,
un reguero de semillas sonriendo afuera
y una sonrisa de pájaros como horizonte    

no renuncio por eso a la locura, 
puesto que es allí, desde donde me habla
el trigal con frenesí y me convence 

limpia su voz, me dice a veces:
"un cultivo de espigas", eso somos,
y una sola espiga, ¡eso es pan!

IRMA PEREZ, La Pillis - 2017

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.