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domingo, 30 de junio de 2019

Y pensar que hay gente que cree
que nada es gratis en esta vida,
que todo todo se compra o se vende
porque si no, no vale nada
gente que cuenta todo como
si eso mismo le faltara,
que así como cualquier amanecer
da por hecho el oficio de escribir,
y leer, lo considera
una abundancia innecesaria
dígame usted,
cuánto cree que vale
una respuesta,
una receta,
un concierto,
la imagen de la vida,
volar,
¡enamorarse!
o no menos, quizás,
este poema
que le ha llegado latiendo
y sin ánimo de lucro.

IRMA PEREZ
Cada vez que me rozas
se me abre esa herida,
ni tiempo le das para que sane,
para que cierre
azotadora,
despreciable,
inmundicia de poder
no me pidas que aguante,
que me vaya por uno de tus lados,
que no abra mi boca para maldecirte
¡guerra maldita!

IRMA PÉREZ

DEL ARTISTA




El artista ha venido a este mundo a "vérselas" con el sistema terrenal. Sin saberlo, hace segregar acidez sobre la empalagosa mentira; provoca mareo, náusea, cojera, tortícolis, cualquier inestabilidad al ego inflamado, al vicioso, al aludido. El artista no habla mucho porque no sabe bien qué decir, cómo decir, ni cuándo. Se queda en la pregunta esa de..., "cómo es posible decir todo eso que, como la sopa, no puede tomarse con un tenedor..."
A merced, entonces, de las infinitas interpretaciones, esas jueces dictadoras de su sentencia, de su importancia y tantas veces de su valor en moneda -como si lo tuviera- sobrevive marginado, atrincherado en la selva de su soledad desde donde observa y siente y siente y observa, usando todos sus recursos naturales: la piel, el aire, la cordura y, con su vulnerabilidad sin blindaje, leso, sobrevive el tiempo de su mensaje; ni un día más.
IRMA PÉREZ

DE LA HISTORIA DE UN PAÍS




Todo está escrito con lápiz,
en la mano del último optimista
un borrador de nata 
se dispone a hacer lo suyo: 
borrar el error
sonrojado, mira el papel,
pasa por encima del grafito,
lo muele, 
deshaciéndose con las evidencias
poco brillo encuentra en el trazo
pero, es por mucho, ¡mucho!
que lo ve salvable
sabe que el resto 
son perforaciones con fondo,
baches enormes en donde 
la sal, no marina, en abundancia,
humedeció el papel y rompió 
el recuerdo hasta el olvido,
hasta la ilusión imposible de creer 
que la historia de un país
no tiene memoria que la cuente
pero todo está escrito,
y la geografía del papel está colmada
de interrogantes, exclamaciones 
y puntos suspensivos;
el último optimista lo piensa,
suelta el borrador,
pasa la hoja,
acude a lo indeleble: 
¡sangre en sus plumas!
con ellas, la continuidad escribe,
lo que no es un boceto de la vida.

IRMA PÉREZ
Bandera: Dícese del pedazo de tela que está tejida con humanos, no con hilos. 
I.P.

Probé todas las llaves,
todas
las herramientas pequeñas,
definitivamente las más grandes,
dinamité el marco,
la cerradura,
vino ayuda,
manos expertas,
esperé
esperé
esperé
pero nada,
nada sirvió finalmente...
la puerta
estaba cerrada por dentro.

IRMA PÉREZ
Cuando el mundo creyó
que el sexo era el súmmum,
mató todas las posibilidades
de hacer el amor,
y se nos condenó a vivir 
obsesivos y superficiales,
enfermos y solos,
condicionados y maliciosos
sin juntarnos,
sin vernos,
sin tocarnos,
sin sentirnos
así, como dos monótonas paredes
en una interminable paralela,
esperando que alguien nos pinte
un graffity cualquiera
con indeleble indiferencia.

IRMA PÉREZ
El azar tendría que ser un juego facilitador y divertido, de lo contrario, nada tienen de inofensivos un par de dados que siempre deciden por uno.
IRMA PÉREZ
Es por donde se quiebra la razón
por donde se astillan las respuestas,
no se atina a la verdad
cuando la boca es dura como el cráneo

todo debería ser
como la humilde sabiduría del bambú:
una curva,
una reverencia,
una pestaña,
la voluntad arqueada
sin intención de duelo,
sin cansancio,
sin preguntas...
un corazón sin soplo.

IRMA PÉREZ

LA TOCADA


Después de ese encuentro,
nunca pude volver a ser la misma,
yo no quería ser la misma,
yo no sabía qué quería,
yo no me ví desaparecer

otra yo, empezó
a sonreirme en el espejo,
me vistió con jeans y lino,
me perfumo de hormonas y aromas
y me desnudó frente a esos ojos
cuando más ataviada de ropa estuve

un desapego a lo habitual
me cedió el tiempo para las
nuevas urgencias, es decir:
su boca,
su silencio,
su risa,
su voz,
su sí,
todos sus "te espero"

pero,
eran sus manos que,
cuando me veían,
sonreían con los dedos
las tibiezas de toda su ternura...

sí, pregúntenle a mi barriga
-sin hacerme llorar-
o ¡a mi pelo!
y resistan la respuesta
sin lagrimear un poco;

no, nunca pude
volver a ser la misma,
yo no quería ser la misma

yo quería ser esa...
esa que, tampoco soy hoy:
la que no le extrañaba,
la tocada,
la oída,
la que no imaginaba ser, un día,
un recuerdo en su memoria,
de ese encuentro.

IRMA PÉREZ

De l@s imprescindibles..., de l@s admirables...


🌟
Las velas se disponen y se encienden,
algunas permanecen a lo largo 
de la noche y hasta se resisten
a extinguirse en la mañana
otras, sólo se niegan a dar luz,
coquetean con su intermitencia
y se apagan a sí mismas quemándose
con su propia cera
las hay esas, que aparentan brillo,
que sólo duran
el efímero tiempo de una chispa
pero siempre hay aquellas
más valientes,
generosas en su pábilo,
confiables en su esencia,
fieles centinelas,
brújulas estables,
caminos seguros
¡llamitas erguidas frente al viento!

IRMA PÉREZ

DE UNA GOTA


Me llama el eco
de unas voces que tiemblan,
me absorbe el profundo hueco 
donde fluyo veloz
como agua turbia y necia,
cayendo por el estrecho embudo de
dilatados dolores
caigo,
y caigo,
y sigo
cayendo,
no busco surcos,
los voy haciendo
viajo a través de sinuosas venas,
en una lamentable gota
vibrante,
salada,
ligera,
a merced de la gravedad y de
una corriente sin nombre
nada esquivo,
todo lo afronto
voy tomando formas que
se desintegran tras una corteza
apenas húmeda y fría
me absorben de nuevo
y desaparezco en la sequedad
gracias a un soplo o, al viento
soy siempre agua,
soy siempre gota,
soy
la lágrima.

IRMA PÉREZ
El tiempo es el agua
que le falta al cuenco
todo me lo he ido bebiendo,
sin percatarme de que
cada vez que lo levantaba para beberlo,
unas cuantas gotas caían al piso o
se me escurrían de la boca por exceso
de nervios, torpeza o avidez
así fue
ahora, en el fondo del cuenco,
ondulan los segundos de hoy
y de unos pocos días que me faltan
para dejarlo vacío
así que,
me lo voy tomando a pequeños sorbos,
como cuando la fiesta está por acabar
y no se quiere soltar aquella mirada
o aquel abrazo
cuando todo se termine,
y el agua del cuenco se haya consumido,
me iré a caminar por la vereda
de algún río
que llene mis itinerarios con la luna,
y todas las vasijas
de donde mi sed conozca su borde;
no hay tiempo que sobre
porque, cuando el agua se rebosa del
cuenco, es el tiempo que llora
lo que no ha sido, y no será.

IRMA PÉREZ
Se busca sonrisa franca y sostenida; dicen que es la aguja que se perdió en el pajar. 
🤔 I.P.
Voy a proponerle al sol
que me invite a subirme a su espalda,
que abra bien los brazos
y patee las nubes bien lejos
-por si acaso-
y, desde allá arriba,
ver,
entender,
qué le pasa a la gente
que ya no "suda".

IRMA PÉREZ


Aunque seamos olas diferentes,
aunque nos encrespemos o reposemos
en distintas orillas,
todos,
todos somos agua de mar.

IRMA PÉREZ


sábado, 22 de junio de 2019

Casi olvidé tu nombre,
amaneció un día cualquiera
y, como cualquier día,
te recordé 
al cerrar los ojos por la noche;
me parece que ya no existes,
que te conocí
en agua hervida de amor,
ya evaporada;
y no es que ahora
te llame a versos,
como quien sacude
la manta del olvido
es que,
casi olvidé tu nombre,
después de
tanto y tanto,
que olvidaste el mío.

IRMA PÉREZ
AGUA: Dícese del líquido... Dícese del líquido vital... Dícese del líquido vital, esencial. ..Dícese del líquido vital, esencial y divino, sin cuya fuente todos los seres vivos... todos los seres vivos, nos vamos a ir a la m..... ir a la muerte, si no dejamos de darla por hecho y considerarla de último renglón... de último renglón, por debajo de otras necesidades... por debajo de otras necesidades que subestiman... que subestiman, la importancia de la sed.... 
La SED.
I. P.
La POESÍA
está en todas las cosas,
en todo está,
como en el aire
se respira, y se eleva un verso
se sueña, y se vive el poema
se amanece, y el poema
se convierte en soplo
y aliento de mar que abre ventanas,
levanta cortinas,
fluyeeeeeendo
de afuera
hacia adentro
y,
viceversa.

IRMA PÉREZ

PARA EL DIA DE LA POESÍA

Hoy es día de la Poesía
y,
si en algún momento,
uno de mis poemas le
roza la mejilla,
dígase que ha sido besado.
Si por el contrario,
nada pasa por su piel,
cambie de poeta:
si le gusta la poesía, lo requiere.
Aquí,
un punto de encuentro
entre usted y yo.

IRMA PÉREZ
Todos somos
cuerda de instrumento,
filamentos solitarios,
hierro frío,
gemido ahogado
hasta que,
unas manos nos tocan,
una voz,
una mirada nos desliza
esa caricia y...
¡sonamos!
vibramos en todos
los tonos que somos;
sí, el amor es el sonido
de un par de cuerdas
en concierto...;
hazlo de nuevo,
tócame.

IRMA PÉREZ
Tengo una emoción guardadita...
a nadie le contaré
que lloro cuando me pienso
cuando recuerdo la niña
que la mujer no deja de ser
cuando llega este mes de marzo
y el amor se pone a reunir
mis monedas de oro
en una bolsita de colores
que me cosió
días antes de yo nacer;
sí, por eso lloro como agua
que le sobra al mar
y también,
por eso es
que a nadie le cuento,
porqué lloro.

IRMA PÉR
EZ

PROFÉTICO


Viene una caballería armada,
al frente son carne y hueso 
cabalgando en contra

hostiles y resentidos,
como el más despiadado adversario;
vienen a degollarlo,
a atravesarlo por el centro

querrán patearle como otras veces,
escupirle,
endilgarle sus miserias con ensañamiento y,
con arrogancia y frialdad
mirarle desde arriba

vienen todos envalentonados a invalidarlo;
por todos lados echando baba y plomo,
secundando una guerra
unilateral e inútil

de este otro lado,
el amor aguarda
desarmado,
firme,
dispuesto a defenderse sólo

les mira de frente
con melancólica ilusión,
no le teme a ellos,
le teme a la profecía:
que otra vez,
tampoco le vean.

IRMA PÉREZ


Un minuto sí,
el otro no,
el siguiente sí,
el otro no
como oleaje con
distintas mareas,
viene,
va,
a mi orilla va
y viene,
un minuto sí,
el otro no,
el siguiente sí,
el otro no
y así,
en esa sucesión
todo-el-día...
...pensándole.

IRMA PÉREZ
Tu realidad es un aguacero
que arrecia
sobre nuestra hoguera
los intentos 
por mantenerla viva,
fracasan, uno tras otro
vacío mis pulmones,
traigo más leña,
abro ventanas,
gasto cerillos,
pero, a esta distancia,
sólo yo veo
cuánto de ceniza
somos ya, tú y yo;
juntos sostenemos
aquel paraguas cuando
coincide la calidez de
nuestras manos,
cuando no,
tu realidad es un aguacero
que arrecia sobre mí;
qué suerte tendremos de
no empaparnos,
de no correr como ceniza en agua
por las alcantarillas más cercanas,
si ambos sabemos que
ese techo -de hilos o cemento-
cada día está
más lleno de rotos.

IRMA PÉREZ
La puerta está abierta,
entran y salen
las águilas de la espuma
la próxima que se asome,
apuntará su pico
dándome la espalda
embelesada,
distraída,
ya atrapada;
la puerta está abierta,
yo estoy afuera
y,
estaré.

IRMA PÉREZ
Algún día
volveré a mi casa,
allí
donde una silla espera
frustrada y solitaria,
como el chiste malo
de una habitación de lujo
algún día
sabré qué decir,
y sacaré las palabras
rompiendo sus fundas
para que respiren otra vez
sin más espera,
sin otro ensayo,
con el juicio dado de alta
y la frente bronceada
papel y vidrio serán
la misma cosa,
otros ojos leerán atónitos
y otros oídos
no querrán oír
ese día,
cuando vuelva y cuente,
de qué se trata el silencio
cuando es insoportable.

IRMA PÉREZ

El tiempo no conoce
la paciencia
aburrido en su rutina,
parece eludir el tedio de 
no ser más que eso
y, de no tener boca que besar
el tiempo es un envidioso
asolador de la luz
y de los ánimos
nadie se escapa
de perder el aliento
o de claudicar
en la insuficiente pausa,
pues, él,
desde de su primera
y única lanzada,
sólo sabe correr.

IRMA PÉREZ
A su efímero paso,
la felicidad me ha dejado
al filo del miedo
su silencio es espantoso y
el entorno habitual,
es un abrazo sin brazos;
me pregunto,
en su brevedad,
¿qué habrá querido decirme
mientras estuvo?
¿dónde podré esconderme
ahora, de lo inconcebible?
quizá la tristeza
sea menos cruel,
quizá no demore
quizá, tranquilamente,
me lo explique.

IRMA PÉREZ
El mundo y sus munditos,
esos pequeños círculos 
en donde siempre reina
un rey sin reina,
y una reina sin rey

munditos
como puntos negros
de un cielo nocturno
que riñen por el brillo y el
protagonismo,
tras máscaras que se amoldan
según la mentira
o la vanidad más viral

el mundo fue
lo que cayó de las manos
de ese Newton, que quiso saber
qué quedaría útil
luego de aquel vertical suelazo
pero, por más mejorado
el génesis, o que las manzanas
dieran su dulzura y su belleza,
el mundo siempre ha
descuartizado sus bendiciones

caída y pecado
son los reconocidos gusanos
culpables de la desintegración
del mundo

creencia justificada
y precedida ahora,
por esos munditos
en cabeza de una sola mujer o de
un sólo hombre que,
como reyes ególatras
con tendencia al engaño,
van disparados
hacia un agujero negro
y en sentido contrario a
nuestro único y absoluto
lugar de origen.

IRMA PÉREZ

MUJER, que lees,
para ti
para otros lees,
para la sangre
para el grito y la memoria,
para el descanso y la
esperanza, lees,
llenas la boca de tu mente
y, de repente,
conoces el ancho de un latido,
luego,
eso eres.

IRMA PÉREZ
La mente es un lugar
en donde todo cabe,
todo
cabe un piano,
un pedazo del África,
la ballena azul con su familia,
varios tomos de medicina,
cabe la fila del hambre,
la población de China,
las flores de Medellín,
la distancia entre los polos,
¡caben mis locuras!
los sueños de los niños,
el sabor del tamarindo,
la voz de Elvis,
un beso
todo cabe
sí, ¡no!
mejor sácame de allí
y empiézame a querer.

IRMA PÉREZ

DE PUERTAS, DE CONTINUIDAD



Uno nunca sabe delante de qué "puerta" está. Tampoco uno puede asegurar en qué instante se entra, en qué momento la voluntad rota sus estaciones y el entorno desaparece en rutina. El tiempo pasa por las pieles de las sillas y el cuero de las manos, la movida es intensa, el orgasmo y el caos son dos brazos alzados a cada lado del vulnerable esqueleto de la vida, y pocas cosas permanecen intactas e inmóviles como los ojos yertos de un maniquí. De allí, entran y salen para nunca más o para siempre, los nombres y los recuerdos que cuentan la historia que somos, la que vamos haciendo, la intransferible, la irreversible.
Uno nunca sabe de la continuidad nada, porque continuar es un verbo plural que funciona paralelo al universo. Sin embargo, todo lo que necesitamos entender, y saber, es que aunque lanzados a la vida, siempre hay un hilo que nos enlaza unos a otros, un arnés que nos rodea, un faro que es centro, interior y periferia, y una llave maestra, que abre todas las "puertas".
I.P.
Al final del día,
ellos
se desocupan
salen
llegan
buscan dónde
tirar lo que traen,
el bolso
el traje
la conciencia;
cuando la almohada se hunde,
se quedan sólo
con lo que son.

IRMA PÉREZ

PAR DE DADOS


Se nace y se levanta esa mano,
el puño aprieta
y sacude el par de vidas
como una uva pasa
en la mano de Dios
se dice que el soplo ayuda,
así que, es cosa
de confiarselo todo a él,
sin un "hasta que" pues,
no se sabe
tampoco el brazo elástico
que abre la mano
adivina lo que rueda
y lo que se enfrenta
se vive en el aire,
sin alas, ni árbol qué trepar
aquí no hay magia,
no se levita,
sólo se gira
para girar de nuevo,
y luego,
otra vez, y más
mientras,
se vive el mareo
de la incertidumbre
y se ruega -sometido-
que se manifieste
definitivamente,
alguna providencia
sobre las dudas
o, al menos,
tocar en puntas
el piso del agujero
que tanto mira
o, estrellarse de una vez
en cualquier suerte,
con tal de entender:
porqué se nace,
para terminar siendo
un par de dados
en permanente caída.

IRMA PÉREZ

URGENCIA


Amanece,
y es urgente verte,
siempre es urgente
esta necesidad se levanta temprano,
-antes que yo-
y pone mis ansias
a galopar sin detenerse
amanece,
y en medio del alboroto
que hago con la cucharita del café
y con la punta de mi zapato,
voy intuyendo, penosamente,
a esta urgencia en sala de espera,
y a la enferma esperanza
de “otro día sin tí”
sin precisar cuidados,
desahuciada
amanece,
y todo vibra sin aire como golpes
de tambor en cuero tenso,
y me siento como su única nota
discordante
y monótona
y sola…
ahora,
me urge sólo que este día termine,
para que otra vez
amanezca con otra premura,
con la misma,
con esta de verte todos los días,
urgentemente.

IRMA PÉREZ

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.