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jueves, 7 de febrero de 2019


Casi siempre, termino siendo
la ola que se encrespa y se suelta,
rugiendo su peso en caída
y su locura,
lanzando espuma 
sobre la muda arena
que no me mira;
casi siempre, me devuelvo
a la boca del mar,
de donde viene con ímpetu
el nunca digerible contenido,
el siempre hambriento deseo,
sin apiadarse de la poca sal
que no alcanza
a endulzar mis sueños;
siempre, en cambio,
temo no ser azul
o casi azul
o mar.

IRMA PÉREZ

martes, 5 de febrero de 2019

Buscaba, sin saber qué buscaba
punzándome la espalda con su dedo,
la ansiedad irrita -al extremo-
a los malos hábitos
no tengo resguardo para
mi disminuida cordura
voy al llanto
sin avanzar
más allá de su orilla.

IRMA PÉREZ


***

101
“Me duele algún sentimiento que desconozco;
me falta algún tema pero no sé cuál;
no tengo ganas en los nervios.
Estoy triste debajo de la conciencia.”
Fernando Pessoa
Febrero tres
nueve horas
noche
¡eres vívido, amor!
La mariposa
y su efecto sobre mí.

IRMA PÉREZ

DE LO JODIDO DE SER LIBRE


Tan imperceptible la danza del hierro caliente
cuando va rodeando las cabezas de
las ensimismadas aves, lelas ellas en 
su minúsculo universo,
apiñadas y conformes
con los barrotes bronceados en la piel

yo tengo alas voluminosas
y pulmones sensibles,
no quepo en las pajareras y, a veces
tropiezo con las puertas del campo;
no tengo rama propia
ni calle con nombre que me ubique

cuando sale el sol, siempre me quedo atrás de la
bandada mientras lo observo...
...me gustan las cosas que suceden por primera vez todos los días

así que está jodido, muy jodido,
que renunciar a vivir en cualquier jaula
no me cueste quemarme las puntas de las plumas un poco

pero, soy ave de mirada larga
y en todo tiempo, de corto trino;
amo el nido en el árbol
y el perceptible silencio de una bandada en vuelo libre

en realidad, temo no caber ni en el ancho de las palabras, 
pues lo único que me cabe a mí en el pecho
es el cielo.

IRMA P. 


A la gente que lee poesía, se le nota 
(💓).
A los que no leen, también se les nota. 
I.P.
¡Buenos días amor!
hoy amanecí perezosa e ida
como gata en la ventana abierta
que no se inmuta, ni se tira
el sol ha abierto sus ojos
y me mira hoy, pálido y tibio
como si estuviera haciendo
su recorrido en reversa
son buenos días, amor
lo que pasa es que tú
sin saberlo,
cada vez que te vas,
le cambias el orden al universo.

IRMA PÉREZ
Y pensar que hay gente que cree
que nada es gratis en esta vida,
que todo todo se compra o se vende
porque si no, no vale nada
gente que cuenta todo como
si eso mismo, le faltara
que así como cualquier amanecer
da por hecho el oficio de escribir,
y leer, lo considera
una abundancia innecesaria
dígame usted,
cuánto cree que vale
una respuesta
una receta
un concierto
la imagen de la vida
volar
¡enamorarse!
o no menos, quizá
este poema
que le ha llegado latiendo
y sin ánimo de lucro.

IRMA PEREZ
No todos tenemos esa bendita vocación de servicio a los demás, pero tenemos a los demás, para que nuestra vocación sea bendita.
IRMA PÉREZ

CONTINUIDAD


Todo lo que está vivo ha de morir...
se me olvida,
de tanto amar vivir,
a veces, eso
se me olvida
entonces, aparece ella
la innombrable
-la parca, le dicen-
como eficiente funcionaria
haciendo su labor
nada fácil
cero negociable
puntual
categórica
con su estocada precisa en el
punto irreversible del tiempo...,
del tiempo, que es
otro nombre de la vida;
recordar
recordarnos
que para el fin, sólo el comienzo basta,
que para morir, basta estar vivo,
que para estar vivo, hay que desapegarse,
que el desapego lo enseñan las hojas
con su natural desprendimiento
que al final
todo es continuidad del árbol.
IRMA PÉREZ

DE LO VIVIDO

De lo vivido
nada se puede eliminar
como lo hace 
el veloz cursor sostenido,

a la izquierda quedó la última vez
que su mano deslizó aquella curva
sobre mi apresurado deseo,
más allá, acomodado en el extenso
renglón de su cuerpo
donde vivo el placer de tantas cosas,
quedó el monumento de su boca
señalando su soberanía sobre la mía
más acá, lo vivido guarda -aún-
una tibieza en sus ganas
de correr y recorrer su rio,
de pausarse en el nido de su abrazo,
de no morirse titilando
a la espera de
mi nombre, por su voz, pronunciado;
de lo vivido
todo se puede reanudar
como lo hacen en el teclado
veinte dedos de cuatro manos,
y avanzar a la derecha
desgranando el entusiasmo
que hace a nuestra historia
un poema de amor vívido, vivido.

IRMA PÉREZ


Todo talento necesita a la locura, porque sólo ella es capaz de mover la sangre de adentro hacia afuera, del centro a la periferia y, en todos los sentidos.

I.P.
Casi siempre, termino siendo
la ola que se encrespa y se suelta,
rugiendo su peso en caída
y su locura,
lanzando espuma 
sobre la muda arena
que no me mira;
casi siempre, me devuelvo
a la boca del mar,
de donde viene con ímpetu
el nunca digerible contenido,
el siempre hambriento deseo,
sin apiadarse de la poca sal
que no alcanza
a endulzar mis sueños;
siempre, en cambio,
temo no ser azul
o casi azul
o mar.

IRMA PÉREZ
Corrí lo que me dio el aire,
con el pulso en los pies
me aventé a la carrera
contra el tiempo, 
sin darle a mi cuerpo
preparación
opción
ni pausa

así corrí de mi lugar al tuyo,
invisible
felina
pluma
mujer.

IRMA PÉREZ


Me estrené un poema hace un año,
hoy me lo pongo otra vez y me siento
espectacular, regia.
Sin mirarme en el espejo 
sé cuánto me gusta,
que me ajusta y no me aprieta,
que como la primera vez
desde que empezó a
caer sobre mi cuerpo
fueron apareciendo las texturas de
mis vergüenzas
y me erguí conocida y cómoda.
Este poema que parece de lino
me enciende luces sobre una pasarela
sin más público que mis ojos,
y sus pliegues se abren conmigo
como vuelos y como aplausos.
Me gustaría usarlo a diario y lucir
la costura de sus estrofas que son
la floristería de los jardines de Versalles
pero, sé que no todos los días
-tras la única ventana del alma-
las bellezas de la primavera
están de moda.

IRMA PÉREZ
Cada vez que me rozas
se me abre esa herida,
ni tiempo le das para que sane
para que cierre
azotadora
despreciable
inmundicia de poder
no me pidas que aguante,
que me vaya por uno de tus lados,
que no abra mi boca para maldecirte
¡guerra maldita!

IRMA PÉREZ

ELECCIONES


Hay quien no cree
en la verdad ante sus ojos
y en cambio, 
cree en la mentira tras sus miedos,
ése es su veneno
la forma líquida e invasiva de la imaginación
que recorre la sangre
y contamina todo lo habido y por haber
cuando no se figura nada bueno,
cuando no se le concede voz al tiempo;
osar el insano prejuicio
es cavarle tumba al arrepentimiento
y, todas las veces,
asumir desde la duda es puntual 
daño devuelto 
-maestro-

algún día,
el antídoto llega con su lúcida sonrisa,
y todo supuesto
desaparece con el delirio
-tarde-
entonces, descubierto lo cierto
aparece la mancha
-indeleble-
consecuencia absoluta
de haber elegido febrilmente,
de haber dado por hecho
una realidad imaginaria
que bien pudo haber sido elixir
-como así lo era-
si se hubiera creído
-sin cuestionar-
en el amor.

IRMA PÉREZ
Escritor@s que ya se han ido, y parece que siempre "recién nos llegan" con frescura sus letras.
¿No es eso la inmortalidad?
I.P.

HAY DIAS


Hay días en que se quiere
abrazar a los amigos,
días en que no se espera nada 
y todo llega de ellos
amigos que han estado
que se han ido
que vuelven
amigos que se quisiera
en la foto de uno
en la mesa de uno
a la mano,
más acá del buzón de siempre,
de la inmóvil imagen de costumbre
amigos de hueso
de carne
de sangre
con olor
con voz
con calor;
hay días en que se quiere
besar a los amigos,
como se quieren
esas otras cosas,
cuando no se puede.

IRMA PÉREZ

DECANTACIÓN


Me preocupa el apabullante vacío
de la mente
cuando está llena
las imágenes
se estrellan contra las paredes
y las palabras -pobres ellas-
se lanzan de las ventanas sin
cuerda ni cordura
el pánico me toma una instantánea
sin embargo,
me muevo siguiendo
una pista en el agua
una letra en la almohada
un río de silencios y siluetas
el murmullo de un recuerdo
el hilo de alguna herida
o
la escalera de tres palabras juntas
pero,
todo se fractura en su parte más ancha
todo desaparece con la crueldad
de un espejismo recurrente
luego
cae la escalera
cayendo yo
atónita, quedo fija en la mitad de
alguna imagen que
apenas me advierte,
se aleja intimidada
evaporada
veloz
¿la otra mitad?
va ocupando el vacío apabullante
de la mente
cuando está llena
no obstante,
la preocupación va desapareciendo
mientras voy llegando
al punto final de este poema
mi mente -decantada ahora-
es una vasija abierta y con asa firme
dispuesta para la paciente gota
o para el brote -sin desasosiego-
de un manantial sin bordes.

IRMA PÉREZ

ROJO


El color rojo es un vibrante provocador,
escandaloso como sonido de percusión en pleno sueño,
bochornoso como denso verano,
desafiante como el reclamo de una mirada

como los ojos de la locura cuando se embriaga
el sabor metálico de algún desplante existencial
sin embargo,
no todo lo que digo lo excluye definitivamente, ¡qué va!
no hay que creer lo evidente
como única posibilidad
tengo la absoluta seguridad
de que los momentos
más felices e intensos de mi existencia,
han estado profusa e intensamente
impregnados de rojo,
bebidos,
extasiados,
consumados en un copa de vino
o en una boca;
así es, no se ve, pero,
todas mis letras son rojas,
las sentimentales y nostálgicas,
las apasionadas,
las demenciales,
las revolucionarias,
las enfurecidas,
o sea,
las del arrebatamiento poético,
ese intenso frenesí
que no podría ser posible
sin el ímpetu de ese apasionado
tono carmesí
en su riego sanguíneo.

IRMA PEREZ, 2018

El pasado sólo sirve para explicar el presente. Aún así, no hemos entendido nada. 
I.P.
Querida Poesía:
no puedes negarme
que tu salida de puntillas para no despertarme
te funcionó perfectamente
y no es que apenas ahora
te haya echado de menos
llevo días esperándote en la ventana
por donde siempre te veo venir
entra por allí el viento helado barnizando
los metales y la madera en donde pico la cebolla
entra incluso el polvillo que levantan
dos pies que andan con pereza
también se filtra algún aroma desprendido
de los verdes y los marrones y alcanzan
a perfumarme
a erizarme la piel como
un delicioso "deja vú"...
y, aun así, ni siquiera
te percibo cerca
no puedo creerlo
a veces, me aturde la duda
cuando a media noche
como un sueño surrealista
apareces tibia en alguna frase
susurrada por un eco noctámbulo
pero
a la mañana siguiente
nada se parece a un verso, a un poema
entonces
el techo de mi habitación
declara un día más de blanco el papel
vacío de ti
olvidado de ti
y de todo lo que pudieras decir
si tan sólo regresaras
y me lo pidieras.

IRMA PÉREZ
Tantas cosas que
tenemos en común:
dos manos,
el hambre,
la luna,
pulmones,
la raza,
el árbol,
dolor,
el azul,
el tiempo...

pero,
¡el amor!
no,
no,
no,
no hay coincidencias
entre el que lo siente
y el que no,
esa pequeña gran diferencia
es la que nos mata.

IRMA PÉREZ, La Pillis - 2018
Bajo la sombra del árbol de los “supuestos”
se sientan a conversar todas las historias posibles,
de tí
de mí
¿qué piensa el que no sabe?
¿qué quiere el que no conoce?
tal vez, alguien tomará tu fruto
lo abrirá como si fuera suyo y
como si fuera suyo
lo pondrá en su boca
tragado entero, escupirá las semillas
con ganas de más, o de más nada,
ése sabrá a qué sabes y, podrá decir
algunos sólo te mirarán,
no irán más allá de lo que ven porque
no eres, de su naturaleza, lo que buscan
te llegarán también los más trágicos
querrán de ti lo que no eres, lo que
no puedes ser ni quieres,
te pedirán: ¡nueces por tamarindos!
Bajo la sombra del árbol de los “supuestos”
pasa la duda larguísimas horas a duermevela,
la calumnia apesta, por lo que siempre se delata,
y la mentira juega a las escondidas con la verdad que, 
aburrida, nada le cree;
tiempos entre el cuento y el invento,
globos suspendidos en lo imaginario
que, a la sombra de ese árbol de “supuestos “
sueña posibles todas las historias;
sobre el inmenso césped de la realidad
caen hojas y hojitas por miles,
sólo una se desprende de tí
sólo una es mi historia
quizá, ninguna.

IRMA PEREZ 
Del árbol, la rama es la que toca el cielo; al hacerlo, el cielo bendice al árbol. Yo hoy soy ese árbol, rama mía, hijo mío.
I.P.



No siempre los sueños son sueños
puesto que tampoco siempre
los ojos son para ver
así, la mirada 
es un medio de conexión de doble vía
en donde suele suceder
el contacto más íntimo;

mira,
anoche,
soñándome,
estabas ahí.

IRMA PÉREZ


Un día te levantas
y eres una gota
sólo una gota...
sin extremidades
sin órganos
sin sentidos
con la piel tan delgada
y la existencia tan frágil,
que no hay lugar
ni tiempo en el mundo,
en dónde estar a salvo
de la vulnerabilidad
de desintegrarte por completo.

IRMA PÉREZ

Hay pensamientos que no tienen palabras,
créanme,
las he buscado como aguda brújula,
subida en los hombros de un satélite empinado

creí que estarían por arriba,
así que me lancé en paracaídas
desde el tejado del cielo...

¿yo?
¡yo! yo que esquivo
hasta al indefenso andén

también pensé que estarían por abajo,
levanté algunos troncos y algunas rocas
arrancándoles con todo y su antigüedad,
por si acaso se tratara de esas trampas
en donde a veces suelen caer los inocentes
pero, nada

entonces, empecé a dudar del caos
y las busqué en el orden de las cosas;
fue allí
en donde encontré al pensamiento
con su visible joroba y su mirada inamovible
sin principio ni final;
las consonantes
deambulaban dementes y ciegas,
y las vocales, gesticulaban
súplicas,
angustia,
negación,
disimulados gestos en afonía..., en agonía

entonces entendí, porqué hay pensamientos
que no tienen palabras,
que no logran decir nada,
que entierran al vocero y al poeta,
que son apenas garabatos atrapados tras
el espejismo de una amilanada puerta que le teme 
a sí misma
y a su llave mas honesta.

IRMA PÉREZ

DEL BESO

Poeta:
tu destino es una vena
que se escurre silenciosa
al piso
al papel
a la pared
al ojo

tiene un rostro todos los días
y un robusto mensaje que
sólo se le adelgaza escribiendo
no es fácil abstenerse
de la seduccion de las palabras;
se puede caer en todo, pero a veces
se quiere caer en todo
pues, sucede que
como en un arrebato sentimental,
el beso no es beso
sin la apasionada revolución
de la lengua y su salivar obstinado
queriendo humedecer
el sublevado vacío de otra boca.
Poeta:
cae
escribe,
el beso vale ¡todas las rebeliones!

IRMA P.

DÍA UNO


Luego del justo relevo,
el tiempo 2018, ya es ayer
es decir, que este día lleva 
nuevo nombre
zuelas limpias
y un brillo impecable en el ímpetu;

hidratada la voluntad,
la sonrisa de un sueño
levanta su mano derecha
y, al frente, 
ofrece abierta su primer saludo.

IRMA PÉREZ

LA QUINTAESENCIA, ESCENCIAL


Todo es una frivolidad en este
castillo de ojos vidriosos
tras el gran portón
las manos golpean sus nudillos
queriendo pertenecer a ese claustro
con servicios y sacrificios, y otras
formas de esclavitud nada virtual
las torres parecen miembros erectos
excitados en sus estratégicas esquinas,
avivando una multitud
que se pelea el protagonismo
de ser parte de la recámara de un rey que babea
todo es una farsa que gozan narcisos y bufones,
todo funciona como reloj en reversa,
como espejo de doble fondo
la felicidad alcanza tan poca altura
que el conformista la goza arrastrando su frente
seguida del dominio absoluto de sus genitales;
el portón yace tumbado tras la estampida,
afuera ha quedado la minoría
¡la quintaesencia!
los originales
los sabios emigrantes de cuatro patas
los liberados del hartazgo
de disfraces
de apegos,
los girasoles de Van Gogh
las palabras de Krishnamurti
Obviblion de Piazzola y
con más fortuna,
los ojos que hayan visto
este texto
como un clarísimo poema de amor.

IRMA PÉREZ
Pensaba hace poco
que no podría
volver a escribir un poema,
pensaba en ventanas dejadas
abiertas y sifones con la lengua afuera
entonces, de pronto,
me ausenté del pensamiento,
fui obligada -a ciegas-
a sentir el abandono de
todas las palabras
fue en ese instante
cuando pude ver esa fisura,
ese fino quiebre,
la grieta larga por donde
se me escapa, a veces, el aire;
era cosa de respirar, sin miedo a
caer estrepitosamente
hecha pedazos
no había opción
pues, de todos modos y, de preferencia,
si en lo supuesto
yo fuera una vasija
siempre sería estruendo
¡siempre!
incluso
estando vacía.

IRMA PÉREZ

UNO


Todo es
único
singular
insustituible
-categóricamente insustituible-
concluyente como el inminente
punto final, del final,
como la mañana de ayer
-de lejos- idéntica a la de hoy en su
minuto ebrio y despeinado,
como el mero olor de la piel
cuando amaneces dos veces,
como la mano derecha
cuando repta por las orillas de otro cuerpo
mientras la izquierda
bucea en lo profundo
de su universo de sal
así, tú
original, con el vaivén de tus formas
sin sucesión
sin semejanza
sin plural
indiviso
irrepetible,
soberano absoluto de mi elección presente
y, sobre la multitud, de mi singularidad.

IRMA PÉREZ
La grandeza de cada género es la equivalente aceptación del otro, como otro distinto y como otro igual. Pero, siendo al contrario en esta histórica estupidez de competencia y venganza entre géneros -entre otras cosas- sucede que: Por cada mujer no respetada y reconocida en su grandeza, hay un hombre que hará todo lo posible por ocultar que la suya es la vergüenza y la torpeza, que no levantará cabeza ni mirada y así andará sus días, muerto de miedo, muerto de envidia, muerto de ira y muerto de muerte; condenado a su propia inferioridad y, lo que es peor, a vivir sin conocer jamás, el amor de una mujer. 
I. P.




Yo amo ese pedacito de piel...
ese pequeño pliegue
al borde de tus ojos
donde a veces cae tu lágrima
donde estoy cuando sonríes
donde sueño poner mi boca.

IRMA PÉREZ
Hay que evolucionar hacia la niñez,
desaprender,
lavarse.
I.P.

FINALES


Mírame,
sigo siendo el mismo
aunque digas 
que me ves distinto
a mí me pasó
el tiempo por encima
y con sus instrumentos afilados
me quitó la piel y otras cosas,
me pintó con el color
de su ácida saliva
y le quitó el brillo
a los dientes con que sonreí
mis mejores melodías
sin embargo
mírame,
sigo como siempre
de pie donde me pongan,
afinada permanece mi garganta
entre la nota más baja
y aquella que más te alcanza
mírame, y
no dejes de mirarme
que necesito esa mirada tuya
como chispa que atice el viento
consumiéndome
prendiéndole fuego -por fin-
a mi última madera,
con su abrazo.

IRMA PÉREZ

PENÚLTIMA LUNA


Hasta que vuelvas
con tu traje de once luces
y tu rostro de penúltima luna
hasta que me alcances
de nuevo y yo esté, quizás
más grande o tal vez
menos pequeña
hasta entonces
te despido agradecida:
por sacarme a bailar en puntas
de pie sin quebrarme
y en aceitadas ruedas por encima
de los pisos falsos y de
las expectativas imposibles
por todo lo bueno que queda
de este tiempo con tu nombre
por todas tus noches sin desvelo
y todos tus días de sueños
por pasar
por la garganta pasar,
Noviembre.

IRMA PÉREZ

GRACIAS


Allí donde estés
donde oculta la roca la vena del río
en lo oscuro del llanto del acantilado
en lo profundo de la garganta seca
en el silencio del fatigado océano
donde cae el sol arrastrándose sin ganas
y, en el aire que no alcanza a primavera
¡allí estaré contigo!
como arnés de plumas
como manta fina
como faro en vela
como vaso de agua.

IRMA PÉREZ

ME CUESTA ESCRIBIR

¡Me cuesta!
me cuesta escribir un poema
y, un poema de amor
me está costando, ahora,
lo que no tengo

sigo el curso de los acontecimientos
sigo a las gentes que no escriben
y a los que escriben, les indago
la esencia de sus “entrelíneas”
sigo renglones, como colgada
de cables pelados de luz
expuestos a rayos y a tormentas
por esto
sigo poco el pensamiento común
y es así cómo la soledad me sigue
a veces
se queda en el camino
para que yo la espere
y, yo la espero;
me cuesta
la pluralidad del desamor
de los desacuerdos
de los desencuentros,
la oscuridad de sus laberintos
y la hipocresía de sus espejos
me cuesta a mí
lo que al observador no le cansa
cuando todos nos pensamos ajenos
sin ningún respeto
con radical distancia: ajenos;
sé que es muy pretencioso creer que
el relajado humor o la dulzura de un verso
logren acallar el rugido de un mundo
perturbado y con miedo
no ríen
no duermen
no crecen
no cantan
no sanan
entonces
me cuesta la voz y la palabra...
me cuesta creer
la venia
la imágen
el aplauso
el discurso
la mirada
la oferta
la invitación
el panfleto
la sonrisa
sé que eso es grave
tan grave, como la mala racha
que viene después de la confianza rota;
me cuesta, también
vivir sin creer, lo que es,
como ir pasando el ojo
por el horizonte de la esperanza
sabiendo que nunca
se llegará al límite del descanso
me cuesta decir
y contradecirme al mismo tiempo
pero, yo
¡adoro los poemas de amor!
y, aunque hoy me cueste lograr esa caricia
no puedo evitar -del justo intercambio-
que me atrape la locura
de gustarme tanto
esta forma de querernos.

IRMA PÉREZ
No fue amor a primer a vista

la mirada se quedó fija,
el habla perdió sentido
y desapareció el mundo
cuando un día 
nos despedimos -recién amigos-
y yo, viéndole irse
me di cuenta 
de que mi amor
ya se quedaba esperándole.

IRMA P.
No te deseo cosas sin fortuna,
tampoco, ningún tipo
de hambre
de desasosiego
pero eso sí,
sólo una cosa quiero:
que te hagan la pregunta
y tú
hables de mí con nostalgia.

IRMA PÉREZ
Siempre me ha resultado bien quedarme callada frente a los presumidos, a los tibios y a los mentirosos; una cosa divina -como caída del cielo- siempre se encarga de ponerles, a su tiempo, en su lugar y de cerrarles la boca. Ley de la vida. 
I.P.
Déjenme enamorarme
inconsciente
vehemente
lunática
empecinada
¡así!
hasta el golpe
hasta la etimología de la caricia
déjenme que me enamore
¡¿qué otra cosa es más importante?!
¿inocente?
déjenme tambien creer
que aún lo soy.

IRMA PÉREZ
Soy lo que soy,
niña
mujer
espíritu de cabello largo
de pies sensibles 
fuerza y debilidad
aquella
esta
ave, en todos los tiempos
gota
nota
chispa
ápice
quid
pluma
átomo
soy lo que soy en el
sueño del tiempo:
la misma
y también la otra.
IRMA PÉREZ

No es un secreto que amo, admiro, respeto y valoro la existencia del hombre, la masculinidad, la paternidad, lo que yo no soy y jamás seré, y eso, más allá de lo que pudiera expresar sub y objetivamente. Pero hoy, hoy soy una mujer expresándose como mujer, por la mujer y a favor de la mujer que no ha conocido jamás una sola razón para sentir y compartir lo que digo.
Cada año en esta fecha, se nos recuerda que la mujer a través de la historia ha sufrido todo tipo de abuso, carencia y violencia, y que ese es un pasado que no pasa y no termina marcadas las 24 horas de este día. Quizá yo no haga mucho para nivelar el piso en donde nos paramos todos, pero creo que esto no es cosa de hacer peso, es cuestión de "juntarlo".
Hoy levanto la voz por la Mujer, sí, sin embargo, yo voy contra toda violencia de género, y no porque hoy toque, si no porque cada día se evidencia una trágica y aterradora realidad que separa irreversible e irreparablemente el puente de comunicación y armonía entre hombres y mujeres y mujeres y hombres, hasta el punto de la desaparición de la humanidad.
Si de algo tenemos que avergonzarnos como seres humanos, es de ser tan violentos unos con otros -desconfiados, envidiosos, inquisitivos, malintencionados, egoístas, criticones, prejuiciosos, arrogantes- y tan así, que no merecemos la representación del inestimable y particular género que somos, ni la generosidad de la maravillosa esencia natural de cada uno.
I.P.

No depende de ti
la altura que alcance
con mis propias alas
a veces 
estoy sobre la copa de un árbol
y canto la balada del sol
otras, camino la calle
busco la miga por donde
andan los pies
que corren
que pisan
que se detienen a verme
que nunca se detienen
pero, también
hay otras veces
en que nada está arriba
y tampoco hay nada abajo
entonces
se crea ese espacio que tiene
las formas de tu cuerpo
y la fuerza de tu ser
y, con aquella confianza que libera la bondad del tiempo compartido
me entrego de nuevo al juego
y jugamos
y vuelo contigo
¡y volamos!

IRMA PÉREZ
La verdad es que todos hemos querido alguna vez estar sentados en un trono, - llámese, el de un pensamiento, el de un corazón ajeno, el de una multitud, el de la verdad, el del tiempo o el del poder- mirar desde arriba, pedir sin gesto, ser escuchado nuestro ruido y de inmediato, ser llenada nuestra copa, lavada por otro. Pocos se salvan de ese demandante ego que, fisurado, siempre pierde el agua que recibe y nada satisface su sed de cuna. La verdad es que no hay verdad que pueda reparar lo insaciable, puesto que, quien se considera por encima del nivel del mar y de todas las cabezas, está condenado a vivir la soledad de su trono en su propio castillo de arena y a ser dueño absoluto de su infeliz corona. A menos que..., un día, tenga la suerte de que un pájaro baje y, de frente, le otorgue la gracia de llenarlo con una sola mirada de sus ojos.
I.P.

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.