No es un secreto que amo, admiro, respeto y valoro la existencia del hombre, la masculinidad, la paternidad, lo que yo no soy y jamás seré, y eso, más allá de lo que pudiera expresar sub y objetivamente. Pero hoy, hoy soy una mujer expresándose como mujer, por la mujer y a favor de la mujer que no ha conocido jamás una sola razón para sentir y compartir lo que digo.
Cada año en esta fecha, se nos recuerda que la mujer a través de la historia ha sufrido todo tipo de abuso, carencia y violencia, y que ese es un pasado que no pasa y no termina marcadas las 24 horas de este día. Quizá yo no haga mucho para nivelar el piso en donde nos paramos todos, pero creo que esto no es cosa de hacer peso, es cuestión de "juntarlo".
Hoy levanto la voz por la Mujer, sí, sin embargo, yo voy contra toda violencia de género, y no porque hoy toque, si no porque cada día se evidencia una trágica y aterradora realidad que separa irreversible e irreparablemente el puente de comunicación y armonía entre hombres y mujeres y mujeres y hombres, hasta el punto de la desaparición de la humanidad.
Si de algo tenemos que avergonzarnos como seres humanos, es de ser tan violentos unos con otros -desconfiados, envidiosos, inquisitivos, malintencionados, egoístas, criticones, prejuiciosos, arrogantes- y tan así, que no merecemos la representación del inestimable y particular género que somos, ni la generosidad de la maravillosa esencia natural de cada uno.
I.P.
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"Toda crítica verdadera es un acto de amor".