Mírame,
sigo siendo el mismo
aunque digas
que me ves distinto
sigo siendo el mismo
aunque digas
que me ves distinto
a mí me pasó
el tiempo por encima
y con sus instrumentos afilados
me quitó la piel y otras cosas,
me pintó con el color
de su ácida saliva
y le quitó el brillo
a los dientes con que sonreí
mis mejores melodías
el tiempo por encima
y con sus instrumentos afilados
me quitó la piel y otras cosas,
me pintó con el color
de su ácida saliva
y le quitó el brillo
a los dientes con que sonreí
mis mejores melodías
sin embargo
mírame,
sigo como siempre
de pie donde me pongan,
afinada permanece mi garganta
entre la nota más baja
y aquella que más te alcanza
mírame,
sigo como siempre
de pie donde me pongan,
afinada permanece mi garganta
entre la nota más baja
y aquella que más te alcanza
mírame, y
no dejes de mirarme
que necesito esa mirada tuya
como chispa que atice el viento
consumiéndome
prendiéndole fuego -por fin-
a mi última madera,
con su abrazo.
no dejes de mirarme
que necesito esa mirada tuya
como chispa que atice el viento
consumiéndome
prendiéndole fuego -por fin-
a mi última madera,
con su abrazo.
IRMA PÉREZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Toda crítica verdadera es un acto de amor".