No hablaré de sol
aunque sus rayos de fuego
seduzcan los fríos que más
me hacen temblar
sé que me arderá la piel por
el reverso si lo ignoro
pero, toda mi posible grandielocuencia
ya se hizo ceniza y abono para
el campo
cuando "él", el que me ha visto,
derritió sin quemarme
su amor refulgente y espléndido
sobre mi ser
y así va, y así sigue,
mi amor, magno,
andando proclive y dilatado
por encima del sol
y por sobre todas las cosas
por eso, si de algo he de hablar,
de "él" hablo,
del sol de mi sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Toda crítica verdadera es un acto de amor".