Cuando siento gratitud
pienso en ti;
así, como cuando
en la presencia y gracia
del amor activo,
del inmarcesible amor,
del amor inconmensurable,
del espléndido amor,
del amor indudable;
entonces,
¡justo, pienso en ti!
Y cuando veo tus ojos,
puerta adentro en donde encontré ventanas afuera,
pienso en la generosidad
del "extra" del bellísimo regalo;
entonces,
vuelvo a pensar en el amor,
es decir, en ti,
y lo siento como fuego azul de
translúcidas luces de agua
viniendo a mí
desde la hondura del abrazo
de una idílica cala que
hace el sueño amoroso y sereno
que nunca imaginé
Pienso en ti;
estoy en esa horizontalidad
del amor como tú en mí;
mi corazón puesto de rodillas
y con flores en sus manos
busca acucioso y pleno,
que la entrega de mi gratitud
te llegue suficiente, y entonces
te sientas como en aquel jardín botánico
de tus sueños
-florecido de jazmines-
en donde al primer revoloteo
de sus aromas,
no puedas evitar la
correspondencia frutal,
cálida, animal, especiada, floral y alicorada de mi amor.
IRMA P.
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"Toda crítica verdadera es un acto de amor".