Los violentos, los malignos,
como acaloradas llagas del tejido humano,
de ira inflamados,
de rabia alimentados
pobres en la palabra,
miserables en los hechos
ignorantes por ignorados,
agresivos por agredidos,
mal educados por mal queridos,
de la cuna a la tumba, fracasados
violentos, violadores, viles
destructores
de la flora, de la fauna,
del violín y de la luna,
sombra eterna de todas las sonrisas,
hipócritas feroces de la vida,
idiotas habitantes de la muerte
ciegos, sordos, atrofiados,
serviles convencidos,
memorias con patas y lenguas largas
que son réplicas absurdas
de una historia interminable,
perforada y agitada en su centro
por el odio.
Soy el amor, y esto que digo,
me lo describió el miedo
sin mirarme
ni una sola vez a los ojos.
IRMA P.
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"Toda crítica verdadera es un acto de amor".