Noches como esta en que la lectura quema los ojos. Arden los espacios que rabiosos, avivan el fuego de las diferencias y levantan odios y distanciamientos al calor de los ánimos. Al final, la casa de todos se incendia, y profundamente dividida como está, parece que nadie escapa del incontrolable desfogue de ese nefasto apasionamiento, tan inútil para cualquier propósito o causa.
Noches como esta en que no se sabe qué agua alcanzará a sofocar la combustión alzada de una multitud enardecida que riñe con otra por la invalidez de sus convicciones y el menosprecio a sus elecciones.
La casa de todos arde y, esta noche, hasta el cuerpo de bomberos le pertenece al fuego.
I.P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Toda crítica verdadera es un acto de amor".