Usted no sabe... Quizá no... No, quizá sí.
Sobrevivir como escritor/a en medio de un mundo en el que las imágenes (fotos) "lo hacen o dicen todo" es realmente una proeza monumental a la que, además, pocas veces se le hace justicia teniendo en cuenta todo lo que implica y significa en términos de compromiso, intención y consagración. Dan ganas de llorar... Y no lo digo sólo por mí que escribo apenas algunas cosas, no.
¡Por Dios! cómo hicieron aquellas mujeres escritoras de racamandaca (colombianismo) para contener y aguantar la desmesura de la grandeza y belleza de su bendita vocación sin mostrar pierna o escote y, sin embargo, haber llegado hasta esta fecha emergiendo de lo oscuro, saliendo de lo oculto, braceando entre cemento para ser vistas y ser validadas y ser referentes de inteligencias y sabiduría como modelos extraordinarios en pasarelas con reflectores menores que ellas y, a juicio de exigentes y "cultos" jurados, casi siempre gente congelada en su criterio, cojos en sus conceptos y mutilados gravemente en sus sentimientos.
Cómo hicieron aquellos escritores iluminados, genios de exuberante sensibilidad, sabios del dominio del intelecto cuyo perfil mas sensual era su trascendentalidad sobre la piel y hueso del cuerpo existencial y su inteligencia aplicada a la excitación de las ciencias amorosas en beneficio de la humanidad para, todavía, ser el ilustre maestro referido y la necesaria cuota de lucidez y aprendizaje diaria. Cómo hicieron sin Internet, navegar por fuera del mundo, al margen del mundo, aislados del mundo, a solas con sus palabras y sus palabras solas...y luego trascender por encima de todos los tiempos esquivando la presión de una vida sin monedas y una vocación sin reconocimiento.
No sé; pienso que a la literatura no le interesa presumir sus plumas de oro ni la exuberancia de sus estantes, como sí afinar la singular y única pluma original de cada uno y de cada uno rescatar la abundancia de su mensaje o contenido desde el beneficio de la diversidad, importancia y profundidad de sus textos.
Usted no sabe, quizá no, por eso lo digo. Porque hay "entregas" apiladas afuera de su puerta y de sus párpados, textos cuyas imágenes enunciadas, procesadas y descritas con brillo en los detalles y "a pura letra" son claves para la continuidad del movimiento, del avance, la prosperidad y de la alegría del mundo.
En cuanto a las fotos, públicas y personales, a todas las persigo; yo misma he reunido dentro mi haber todo un catálogo de lujo y es posible que no pudiera explicarme y expresarme completamente sin ellas.
Un eslabón de oro y otro es de lo que hablo, de la sobrevivencia que es una sola y uno solo el objeto y el objetivo; como la cadena que no puede ser cadena si alguno de ellos se rompe.
No hay foto o imagen para este texto, evidentemente. Otra cosa hay y espero que se vea nítida y persuasiva. Que ojalá se lea.
I.P.
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