Todo es una historia, una historia larguísima de la que nadie conocerá jamás el principio ni el fin. Eso explicaría un poco, el porqué no entendemos la vida. Como cuando abrimos un libro por la mitad y encontramos una historia que, por más que releemos o retomamos renglones anteriores, no logramos armar contextos con conceptos, ni tiempos con criterios, ni verbos con emociones; mientras, nos planteamos mil preguntas porque ni la imaginación, ni la lógica, tampoco la inteligencia o la intuición -en cuanto a lo pasado-, alcanzan a aproximarnos a una mínima comprensión de la página actual.
Una historia se ha venido contando, y todo lo que queremos saber es cómo terminará pero no cuándo; sin embargo, sabemos que no hay libro sin final, pues ese es un placer que ningún lector negocia aunque llegue a no gustarle, pero sí hay otros muchos que insinúan continuación. Entonces, de eso se trata todo, ésa es la historia que se alarga, esa es toda la historia: la de la búsqueda del último placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Toda crítica verdadera es un acto de amor".