autopistas malhumoradas
con desquicio de huecos
que revientan neumáticos
y obligan a desvíos de
caos y fatalidad
cabe la denuncia de
lo visto por los ojos,
lo vivido como peatones sin
alternativa de resguardo ni
concesión de respeto y ternura,
lo promovido como anunciantes
de ideologías unilaterales,
sonrisas sospechosas y rencillas
enquistadas como uñas comidas
cabe eso y todo el silencio
cómplice de los testigos sin
criterio que van como entes para
donde va la gente
no es posible andar por
las calles virtuales
con los pulmones del alma
frondosos y fragantes;
no hay oxigeno suficiente
que nos salve de la
contaminación visual que
desde su descontrol y
desmesura
nos merma el aire.
¿Será posible
recuperar el horizonte;
salvar, todavía
el sentido vital de la pureza?
IRMA P.
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"Toda crítica verdadera es un acto de amor".