Existe un lugar hidratado de armonía
y perfumado de exquisitas rarezas,
allí se sueña dentro de un espiral
redondeado por el cálido aliento de un poema
que está a punto de nacerme en el pecho
a ese lugar no puedo invitar a nadie y, sin embargo,
"él" y tantos están presentes
desde lo escandaloso de sus voces ausentes
es un lugar con mi nombre, sin ser mío ni para mí,
un lugar como un paseo campestre y agreste
en donde las cáscaras doradas y los pétalos plateados
compiten con la longevidad de las huellas de mis pies
que son indicios de la fuerza que le he conferido
a la prosa de mis pasos
estoy en ese lugar casi siempre,
como lo está el árbol al que sus raíces jamás
han temido soledad o melancolía
y como él, me revisto de hojas nuevas
y me leo y resueno en el reflejo de algún rio alborotado
cada vez que su superficie declama para mí
este es el lugar que afloró en poema,
que acuna romances, cantos pletóricos e increíbles odas,
pero yo quiero estar en otra parte..., allá,
a un giro,
a una estrella,
a una letra,
a un aliento de mi amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Toda crítica verdadera es un acto de amor".